La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha concedido la libertad bajo fianza de 100.000 euros al jefe del clan gitano de los Morones, Sinaí Giménez. Le aplica las medidas cautelares de retirada de pasaporte con la prohibición del salir del país, obligación de comparecer ante el cuartel de la Guardia Civil más próximo a su domicilio los jueves de cada semana y la prohibición de acercarse a menos de un kilómetro de los mercadillos de Moaña, Redondela, Sabarís, Pontevedra, O Porriño, Tui, Ponteareas, Barro, Cangas y Vigo. Sinaí Giménez está acusado, entre otros delitos, de extorsión en mercadillos, pertenencia a banda organizada, blanqueo de capitales, amenazas y tráfico de drogas.

La Audiencia Provincial estima así, en parte, el recurso de apelación presentado por el abogado de Sinaí Giménez contra la decisión del juez instructor del caso, el titular del Juzgado número 3 de Cangas, David Pérez Laya, que se oponía a la libertad. Sinaí Giménez permanecía en la cárcel asturiana de Villabona desde finales del mes del abril del pasado año. La libertad provisional de Sinaí Giménez se acuerda dos meses después de que el juez Laya pusiera también en libertad a su hermano Marino Giménez. En octubre de 2016, el juez puso también en libertad sin fianza ni impedimento alguno para que se acercara a los mercadillos al patriarca del clan gitano, Olegario Giménez. Permanecen aún en prisión los otros hermanos Juan Paulo y Saúl Giménez. El primero está en ingresado en la prisión de Teixeiro y el segundo, en la de Monterroso.

Mientras el juez instructor del caso operación Vida entendía que no había cambiado nada para considerar la libertad de Sinaí Giménez, porque el temor entre los testigos continuaba y seguían recibiendo llamadas anónimas, la defensa consideraba que ocho meses de cárcel es un lapso suficiente de tiempo a efectos de revisar la libertad del líder del clan de los Morones. La defensa insistió en la apelación en que de las actuaciones judiciales practicadas no quedaron probadas las amenazas y extorsiones sufridas en el pasado. El letrado José Luis Gutiérrez Aranguren también basaba su petición de libertad en la conseguida por su padres y su hermano Marino. También argumentaba la defensa la obesidad mórbida que padece Sinaí Giménez, igual que la de sus hermanos y padre.

La Sección Segunda de la Audiencia pontevedresa coincide con el instructor en que subsisten riesgos que justificaron la adopción de esta medida provisional, pero concluye que "actualmente concurren otras que modulan su intensidad como son el transcurso del tiempo desde que el recurrente fue constituido en prisión, la constitución por los gitanos zamoranos de su propia cooperativa?, todos los testigos protegidos han prestado declaración. Lo anterior, valorado con el arraigo de domicilio del investigado, así como con la previsible duración de la investigación ya referida por el instructor, habiéndose declarado la causa compleja y la lejanía de su celebración, en su caso, de juicio oral". Todo esto les lleva a considerar "más acorde actualmente al principio de proporcionalidad de la medida cautelar, la modificación de la provisional bajo determinadas condiciones".

La Audiencia Provincial fija la fianza en 100.000 euros, considerando la "presumible" capacidad económica de Sinaí Giménez por las actividades presuntamente ilícitas objeto de investigación "con las que indiciariamente se lucraba. También señala que la prohibición de acercarse a menos de un kilómetro de los mercadillos obedece a la intención de evitar el riesgo de reiteración delictiva y de atentar contra los bienes jurídicos de las presuntas víctimas. Puede pagar la fianza que se le impone con dinero o presentando algún tipo de propiedad como aval.

Juan Paulo y Saúl, en prisión

Los letrados de Juan Paulo y Saúl Giménez presentaron también recursos ante la Audiencia Provincial de Pontevedra con la intención de conseguir su libertad. En el auto de libertad provisional para Sinaí Giménez se hace referencia a que en el registro del domicilio de Juan Paulo Giménez se hallaron , entre otros efectos, diversa munición de armas de fuego, una pistola seimautomática marca Llama calibre 9 milímetros corgo o 380 auto y su munición y un machete de aproximadamente 20 centímetros de longitud de hoja.

El autoproclamado príncipe de los gitanos gallegos aún permanecía ayer por la tarde en la cárcel asturiana de Villabona, donde se le habían intervenido, a petición de la dirección de la prisión, las comunicaciones escritas y orales.