La víctima tiene 45 años. Cuenta, como la gran mayoría de los ciudadanos con una página de Facebook o una cuenta de Messenger. Un día recibe una solicitud de amistad de una persona "joven y atractiva". Decide aceptarla. Entablan una conversación que comienza a subir de tono. Tras varios días de contacto deciden tener cibersexo. La víctima no duda en desnudarse frente a una cámara web. Cree haber encontrado solo a una persona abierta pero la otra persona grabó la escena y su siguiente comentario es: "Tu dinero a cambio de este vídeo". Otro caso más de sextorsión. Tanto jueces como agentes de los cuerpos de seguridad ponen el acento en una modalidad delictiva al alza en Vigo en las últimas semanas, la cual no afecta solo a personas de mediana edad sino también a menores.

En lo que llevamos de año ya fueron diez los casos de chantajes sexuales que saltaron en la ciudad viguesa, "sin contar en los que la víctima sí habría pagado y por lo tanto ocultado, por el momento, la extorsión", afirman fuentes policiales. Aunque aclaran que no exista un perfil concreto de extorsionador y víctima, destacan que la procedencia del primero tiene sus orígenes fuera de nuestras fronteras. "Buscan fotografías por internet de personas llamativas y van a la caza de hombres y mujeres de mediana edad a los que le hacen creer que han ligado con un jovencito o jovencita atractiva. Al emplear salas de chats normales como Facebook no levantan sospecha de un posible ciberencuentro sexual y actúan como si de una nueva amistad se tratase. Luego te piden "jugar" por Skype y muchos caen en la trampa", confirman fuentes policiales.