Se ganó su confianza, forjó una relación con ella y, presuntamente, acabó forzándola a mantener relaciones sexuales, amenazándola con un arma blanca y con hacer daño a su familia si no se doblegaba a sus deseos. La víctima, de unos 15 años, incluso habría sufrido agresiones físicas, pero era tal el grado de manipulación y dominio psicológico que el hombre, de 41, ejercía sobre ella que llegó a ver en él a un amigo. La alerta inicial de unos vecinos, la denuncia de la madre y la colaboración de los amigos y en definitiva del entorno de la adolescente permitieron poner fin a esta situación.

Un juzgado de O Porriño ha decretado prisión provisional para un hombre de 41 años, con antecedentes por otras causas y que recientemente había salido de la cárcel, por presuntamente agredir sexualmente y amenazar a la menor. El supuesto agresor fue detenido tras una investigación y un operativo realizado por el equipo Emume, perteneciente a la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra.

Según el Instituto Armado, todo empezó cuando el ahora encarcelado aprovechó la relación que la adolescente tenía con otra niña de su familia para llegar hasta ella. Las esperaba en el centro escolar donde cursan sus estudios y las acompañaba hasta sus casas. De esta manera, y en poco más de una semana, forjó una relación con la menor. Supuestamente, la forzó a tener relaciones sexuales bajo intimidación. Además de los posibles daños y secuelas emocionales de la joven, señala la Guardia Civil, las hay físicas, ya que la víctima sufrió "varios golpes".