Hasta la fecha, Laureano Oubiña no podía salir de la comunidad autónoma de Madrid y, por lo tanto, pisar Galicia durante sus permisos. Así se lo prohibían explícitamente en la cárcel de Navalcarnero cada vez que le autorizaban alguna salida de unos días. Pero ahora está por ver qué determinarán las autoridades penitenciarias, puesto que su situación ha cambiado.

Ya disfruta de un régimen abierto en semilibertad, y de hecho durante los fines de semana no tendrá que pisar el CIS para nada. Si dentro de unas semanas le dan la libertad condicional, podría bastar con observar el principio de buen comportamiento y con presentarse una vez al mes en un juzgado.

En el auto del tercer grado se valora, no obstante, como un factor a favor de Oubiña que fijase su domicilio fuera de Galicia, y que la ONG en la que iba a trabajar estuviese también lejos de su comunidad natal, pero el magistrado ourensano José Luis Castro en ningún momento le prohibió de forma expresa viajar a Galicia.