Un varón se sentó ayer en el banquillo de un juzgado de Oviedo acusado de enviar hasta 3.826 llamadas y mensajes a una mujer con la que no tenía relación aparente. El acusado aseguró "no tener" el número de la afectada, aunque la Policía sí presentó una grabación en la que se aprecia al hombre recargando la tarjeta del teléfono. La mujer reconoció haber sufrido episodios de "ansiedad, diarrea y vómitos". El varón se enfrenta a ocho meses de prisión y 12.000 euros de indemnización.