El rastreo de la Policía Nacional en una finca de Ribeira (A Coruña) en búsqueda de Diana Quer, la joven desaparecida hace casi once meses, ha causado malestar en la Guardia Civil ya que es este cuerpo el que lleva la investigación y, por tanto, el que debería haberlo llevado a cabo.

Así lo señalaron fuentes cercanas al Instituto Armado después de que se supiese que la Policía Nacional rastreó con perros, pero sin éxito, una finca colindante a la playa de Coroso, en la citada localidad coruñesa.

Fuentes de la investigación aseguraron ayer que el rastreo en el solar se llevó a cabo tras la denuncia de un vecino que contó que cuando desapareció la joven madrileña Diana Quer creyó haber visto cómo alguien enterraba algo en la citada parcela.

Pero la intervención de la Policía no ha caído bien en el cuerpo que lleva la investigación, que se enteró de que se iba a producir el rastreo por el juzgado. Lo habitual y lo "correcto", según las fuentes consultadas, es que cuando a un cuerpo le llega una información sobre un caso que investiga otro, se trasladen a éste los datos para que se proceda en consecuencia.

Sin embargo, al parecer, en esta ocasión la Policía Nacional no lo hizo y, pese a que la Guardia Civil le recordó que se encargaba ella de hacer las pesquisas, decidió desplazarse a la zona con perros especialistas para la búsqueda.

Las mismas fuentes indicaron que, pese al requerimiento de los investigadores de la Benemérita, la Policía Nacional se limitó a decir que ya les avisarían si se encontraba algo.

Una versión que se contradice con la que ofrecen fuentes policiales, que han precisado que esta actuación se hizo "en colaboración" con la Guardia Civil.