La Guardia Civil acusa a un vecino de Boiro de un delito de maltrato, abandono de animales y otro contra la salud pública después de que particulares y asociaciones de protección a la naturaleza alertasen de las graves heridas que sufría un caballo atado con cadenas en Monte da Graña. El metal provocó en sus patas inflamación y rotura de tendones y articulaciones en una de sus patas. Los veterinarios que trataron al animal aseguran que, de no haber sido rescatado, podría haberle provocado la muerte.

La Guardia Civil localizó al propietario del caballo tras una investigación coordinada entre agentes de Noia y Boiro. Durante las tareas de búsqueda, hallaron en un cobertizo próximo a la vivienda del acusado restos de reses colgadas y utensilios para el sacrificio de animales.

También descubrieron varios terneros, dos cabras, dos ovejas, una cerda, dos lechones, una yegua y un potro castaño, por lo que manejan la hipótesis que el hombre podría estar relacionado con la venta ilegal de carne.