El responsable del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil en Galicia explicó ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Pontevedra, que juzga a dos guardias civiles por filtrar información secreta a narcos sobre operaciones, que para cazar a los topos se creó una operación ficticia, de la que uno de los acusados extrajo datos a pesar de que estaba de baja médica. Hasta ese momento, los indicios que el grupo tenía de que alguien podría estar pasando información sobre las investigaciones en curso procedían "de la calle" y "no lo podíamos creer", indicó el responsable del ECO.

En el banquillo se sientan los guardias civiles Javier L. S. y Diego F. C., además de quien supuestamente actuaba de enlace entre ellos y los narcos, y que el jefe de ECO señaló en la vista como alguien "que ha estado investigado en multitud de ocasiones y tiene vinculaciones con el narcotráfico", si bien nunca ha sido condenado. Los agentes se enfrentan a una petición de pena de 11 años y medio de prisión y el supuesto enlace a 7 años.