El alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín, alegó ayer en rueda de prensa que se contrató a la empresa La Gallega para los fuegos artificiales de las fiestas de San Telmo de este año -pese a la orden judicial de cierre y derribo- por ser la pirotecnia local y alegó que creía que éstos procedían de un almacén que la empresa tiene en A Cañiza.

Pese a ello en uno de los documentos que entregó a la prensa -copia de la póliza de seguro- figura la sede de Baldráns, que debía estar precintada, como fábrica y la de A Cañiza, cuya licencia está a nombre de otra persona, como depósito.

En los últimos tres años, en los que el Concello ya debería haber ejecutado la sentencia que obliga a la anulación de la licencia de actividad y demolición de parte de la instalaciones, solo en las fiestas de San Telmo, el Concello de Tui contrató con la pirotecnia de Baldráns 25.950 euros con IVA incluido, que fueron facturados al Concello.

La última factura todavía no ha sido abonada y el alcalde aseguró ayer que había frenado el pago para no abonar esta factura a La Gallega donde se refleja su CIF y su sede en Baldráns. "Hay una imprecisión en la noticia que dice que se pagaron, y no, no se pagaron. Estuve a tiempo de frenarlo. El tesorero me explicó que la obligación estaba reconocida, pero le di orden de no hacerlo y en las próximas horas firmaré una resolución... Es una cuestión más política que jurídica, nadie entendería que el Concello le pagase nada a esta empresa", aseguró Vázquez Padín. El alcalde insistió en que la explosión no fue en la sede de la empresa donde hay orden de clausura. "Es muy importante recordarlo", dijo. "Lo grave es que había tres almacenes ilegales en Tui y que uno estalló, y que nadie sabía que existían", añadió.

Vázquez Padín destacó que no le constaba que en la sede de la pirotecnia la seguridad de los vecinos estuviese comprometida y la anulación de la licencia de actividad se debió a un problema urbanístico por los linderos.

Señaló además que pese a no haber llevado a cabo la orden de clausura y derribo de varias de las casetas el ayuntamiento no tenía "ninguna responsabilidad, la responsabilidad es de quien se dedicó a sembrar de polvorines clandestinos la zona". Vázquez Padín informó de que seguirían adelante con el expediente de demolición.