"Hemos visto escenas apocalípticas", aseguraron algunos testigos. Uno de ellos consiguió grabar con su teléfono móvil el derrumbe. Como sonido de fondo, algo parecido a un terremoto y la expresión angustiada de quien grababa: "Dios mío, Dios mío".

"Vi a gente corriendo hacia mí, descalza y aterrorizada", declaró Alberto Lercari. "Salí de la galería y vi ralentizaciones y escuché un rugido. La gente huyó hacia mí. Fue algo horrible", dijo.

Davide Capello, jugador de un equipo aficionado de Savona, que se encontraba en el viaducto en el momento en el que se derrumbó, quedó suspendido y cayó a la vez que el puente. En declaraciones a la Stampa dijo que había vivido "un milagro". "Iba de camino a Génova, oí un ruido y después todo se derrumbó. El coche cayó y se atascó entre las columnas y los escombros, lo que hizo que bajase con el puente. No tengo ningún rasguño", relató el deportista.