La española María Teresa Pereira Ruiz se especializó en medicina física y rehabilitación en el Hospital Central de Asturias. Trabaja desde 2001 en el ámbito privado y tras pasar una década en Roma, donde trató a los futbolistas Francesco Totti o Fabio Quagliarella, ahora vive en Génova y trabaja en la clínica Villa Montallegro. Casada y madre de dos hijos, colabora con el Génova y la Sampdoria.

-¿Cómo se ha vivido el suceso en la ciudad?

-Ha sido algo trágico. Ese puente une la Liguria con el Piamonte y la Lombardía. Está muy cerca de la montaña. Es el único que une el este y el oeste de Italia. Si alguien que viene de Francia quiere entrar al país y por ejemplo dirigirse a Milán tiene que pasar por ahí, no le queda otra.

-¿Sabían de las deficiencias que tenía?

-Sí, toda Italia. Ya en 2015 y 2016 se trató el tema en el Senado. La situación del puente era catastrófica. Tiene 50 años y ya estaba muy mal. Mucha gente denunció la falta de control para saber de verdad el estado. El día que sucedió todo, el puente estaba en obras. Por las noches, a veces, se cortaba el tráfico. Hay que decir que las autopistas en Italia son todas privadas. Hay que pagar. Este trozo era uno de los más transitados. Imagino que habrá muchas implicaciones políticas y de poder para que no se cerrase. Si no, no lo entiendo.

-¿Cómo quedan ahora las comunicaciones en la ciudad?

-Se ha creado un colapso tremendo. Debajo del mismo puente, que no se ha caído por completo aún, hay gente que ha tenido que dejar su vivienda y no sabe cuándo va a volver. Es muy triste.

-¿Le ha tocado de cerca?

-Pues sí, una amiga nuestra que es médico se encontraba en el puente. Cuando vio lo que ocurría, salvó la vida y la de su familia gracias a que salieron corriendo del vehículo alejándose del derrumbe.

-¿Pasaba mucha gente?

-Muchísima. En temporada normal hay siempre cola. No quiero imaginarme si se llega a caer en enero o febrero, en temporada alta, hubiera sido mucho peor. Siempre se forma caravana, ya sea en un sentido o en otro. Es un puente muy largo, de un kilómetro. Además, pasaban muchísimos camiones. Ha sido una suerte que no fuera en un momento con más vehículos.