Los doscientos kilos de cocaína que se encontraron en el mar Cantábrico en las últimas semanas superarían los dos millones de euros si llegasen a venderse en el mercado negro. Lo asegura el secretario jurídico estatal de la Unión de Guardias Civiles (UGC), Faustino Brañas, que además considera que "no sería nada extraño que apareciesen más fardos en la costa".

Braña confirma que éste es el segundo alijo de droga más importante que se encuentra en Asturias en la última década, y explica que "los fardos se soltaron y aunque no sabemos por dónde han entrado, creemos que se dejaron en la costa asturiana porque está cerca de Galicia y ahora la entrada a la comunidad gallega está muy controlada".

El alijo más importante de droga que precedió a este en Asturias, tuvo lugar en 2011, cuando la Guardia Civil se incautó de 260 kilogramos de cocaína entre Peñarrubia y Candás.

Además la droga intervenida en esta última operación, que no se da por cerrada, es de una gran pureza, "del noventa por ciento", explica Braña, que también apostilla que el precio del gramo en el mercado ilegal puede fluctuar ligeramente entre comunidades.

La UGC considera que Asturias se ha posicionado como una entrada muy atractiva para los narcotraficantes. Un efecto rebote que se produce al ampliar la vigilancia en Galicia, donde casi es imposible introducir droga por el refuerzo de la vigilancia, en una comunidad que históricamente siempre ha estado vinculada al narcotráfico. La coca se vende el mercado negro mezclada con otras sustancias en una proporción que suele rondar el cuarenta por ciento, porcentaje de sustancias que se corta con la cocaína para darle salida en el mercado negro. Se calcula que la coca se vende a un precio que triplica el valor pagado por ella en origen.