El edil socialista de Catoira Carlos Castaño Ferreirós falleció ayer ahogado tras sufrir un accidente mientras hacía kitesurf en aguas de la playa de A Canteira de A Illa de Arousa. El catoirense estaba practicando una de sus grandes pasiones, el kitesurf, en compañía de varios amigos y conocidos en un punto de la ría de Arousa que se ha convertido en un auténtico templo para los amantes de este deporte. En un momento dado, sobre las 11.00 horas, una racha de viento lo arrastró, con tan mala fortuna que acabó estampándolo contra el agua.

El golpe fue brutal y Castaño quedó inconsciente flotando boca abajo y probablemente con las cervicales dañadas por el impacto. Fueron varios de sus compañeros que estaban navegando en el lugar los que se percataron de lo ocurrido y los primeros en socorrerle, consiguiendo llevarle hasta la playa de A Canteira, base de las actividades de kitesurf en A Illa.

Fueron ellos los que iniciaron las tareas de reanimación cardiopulmonar y los que alertaron al 112. Durante 40 eternos minutos, los médicos del 061 trataron de reanimar sin éxito a la víctima, certificando su fallecimiento poco después, ante la desesperación de sus compañeros. El cadáver permaneció hasta las 14.00 horas en la playa, hasta que el juzgado de guardia decretó su levantamiento, siendo trasladado al Instituto de Medicina Legal de Pontevedra para la autopsia. Al cierre de esta edición todavía se desconocía la hora de las exequias fúnebres, aunque todo apunta a que serán hoy, a partir de las 20.00 horas, en la parroquia de Oeste de Catoira, de donde era natural Carlos Castaño.

El edil se había incorporado a la vida política hace tres mandatos, al concurrir en las lista que encabezaba Alberto García, encargándose en esta última fase de Sanidad, además de ser teniente de alcalde y hombre de confianza del regidor catoirense. Estaba esperando un hijo que está previsto que nazca a finales de este año.

El accidente en el que perdió la vida el edil ha dejado sorprendido a todo el mundo del kitesurf de la ría de Arousa, ya que la zona de O Bao no es extremadamente peligrosa para este deporte. La única explicación es que todo pudo deberse a la fatalidad, a una confluencia de circunstancias que provocaron una mala caída, ya que Castaño era un experto en el manejo de la cometa, deporte que llevaba años practicando, tanto en O Bao como en Bamio, el punto más próximo a su lugar de residencia. Ayer, los vientos alcanzaron una velocidad de 38,7 kilómetros hora y rachas de 58,3 durante la jornada.

Lo ocurrido causó estupefacción ayer en Catoira, donde el edil era muy conocido, al pertenecer a una familia con arraigo en el municipio.