Dos de los tres hermanos detenidos por la muerte de un agente de la Guardia Civil, Juan Francisco Lozao, en Don Benito (Badajoz) están investigados por homicidio, mientras que el otro es acusado de encubrimiento. Además, hay un cuarto arrestado investigado también por encubrimiento, y todos ellos pasarán, "casi con toda seguridad", hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Don Benito.

Según el abogado de los tres hermanos, habían ingerido varias bebidas alcohólicas en las horas previas al apuñalamiento del guardia civil, ocurrido sobre las 2.00 de la madrugada del jueves en una zona de ocio de la plaza de España de la localidad. Los jóvenes se encontraban en un pub donde, al parecer, se produjo una reyerta. El guardia civil intentó mediar en la pelea y se identificó como agente del Instituto Armado para intentar calmar los ánimos, según fuentes policiales.

A continuación, a la salida del bar, el agente recibió dos puñaladas que acabaron con su vida. Según el abogado, uno de los ahora detenidos es el que portaba el arma blanca utilizada en la agresión. La investigación policial trata de determinar la autoría del homicidio entre dos de los hermanos detenidos. Según el abogado, los tres hermanos, que no tienen antecedentes penales, están "destrozados" por lo ocurrido, así como su familia, que estaba en Gijón cuando se enteró de lo ocurrido.

Silencio y tristeza

El silencio y la tristeza marcaron el adiós del pueblo de Don Benito (Badajoz) y de compañeros y responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado al agente del Instituto Armado Juan Francisco Lozano. Vecinos, autoridades y agentes de la Guardia Civil, algunos procedentes del País Vasco, donde estaba destinado, Policía Nacional y Local arroparon a la familia del agente fallecido durante el funeral.

La llegada del féretro a la parroquia con los restos mortales del agente ha sido recibido en silencio, con rostros marcados por la tristeza, por compañeros de la Guardia Civil de Extremadura y de Zarauz, que se han desplazado desde el País Vasco para rendir homenaje y transmitir su recuerdo.

Durante la homilía, los asistentes trasladaron su recuerdo a un padre de familia que deja dos hijos, "amigo de sus amigos" y a un agente "ejemplar" siempre dispuesto y volcado en su trabajo.

"Como trabajador, lo daba todo. Se ha ido una persona muy querida", afirmaron sus compañeros del País Vasco. La muerte de Juan Francisco Lozano "ha causado el mismo impacto" en su pueblo como en Zarauz, añadieron. "Ha sido un compañero excepcional, muy disciplinado y que se había hecho notar" en su puesto de trabajo, manifestaron. "Juan Francisco actuó como tenía que ser" al ofrecer un gesto "que le define", en alusión a que el agente intentó mediar en una pelea previa.