La Fiscalía pide tres años de prisión para el dueño de la finca de Totalán donde murió el pequeño Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo y cuyo cuerpo fue rescatado 13 días después, al considerar que los hechos son consecutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave. Insiste en que el acusado "era el único conocedor" de la existencia del pozo