Una instrucción judicial "deficiente" en la que no se hizo "ni una sola labor investigadora", junto a unas pesquisas de la Policía Nacional plagadas de "desafortunadas circunstancias" en las que durante años tampoco se hizo "nada" hasta el último atestado que consta en el sumario, datado en 2010 y que pese a apuntar a un sospechoso derivó en el "apresurado' sobreseimiento provisional del procedimiento judicial. Y, de por medio, el "extravío" de "elementos fundamentales" para las pesquisas como el "teléfono móvil" de la víctima. Estos son parte de los argumentos que textualmente se esgrimen en los dos escritos que los abogados de la familia de Déborah „la joven de Vigo cuyo cadáver fue hallado en una cuneta de O Rosal en 2002„ han presentado en el Juzgado de Instrucción 2 de Tui para pedir la reapertura judicial. Por el momento, la respuesta de la actual titular del tribunal a estos escritos de junio y julio es que, para tomar una decisión, está a la espera del resultado de las pruebas biológicas recogidas en la nueva investigación policial que arrancó este marzo capitaneada por el grupo UDEV central de Madrid y que sigue en marcha.

Junto a la reapertura, en los escritos a los que tuvo acceso este periódico se pide la toma de declaración en sede judicial de una quincena de testigos, entre ellos el que fue el principal sospechoso policial, un joven que tuvo una relación con Déborah. También solicitan que testifiquen familiares de este y personas que estuvieron con él el día de la desaparición de la chica y en la jornada siguiente. Y piden careos de este hombre con otras personas al estimar que incurrió en "escandalosas contradicciones y mentiras".

El primer escrito, de junio, se extiende en analizar el devenir de las investigaciones desde 2002 hasta 2010. Estos son algunos argumentos que detallan para interesar la reapertura.

La instrucción judicial

El escrito refiere que desde que fueron los hechos, con varios jueces al frente, "no se ha tomado una sola declaración en el juzgado. A nadie". "Ni a testigos, ni a policías, ni a familiares, ni a forenses. Es obligación del juzgado la averiguación de los hechos delictivos y no se hizo", se añade. Citan los que estiman escasos exhortos, requerimientos o autos y señalan que cuando se accedió a inspeccionar el vehículo del que era sospechoso policial, ya era "ridículo" pues habían transcurrido 8 años.

La investigación policial

Déborah desapareció en Vigo y su cuerpo apareció en O Rosal. Al principio, se solaparon pesquisas de Guardia Civil y Policía Nacional, pero este último cuerpo asumió el caso. El escrito resalta, entre otras cuestiones, que, siempre a la luz del contenido del sumario, hubo "falta de investigación" en la "curva del matadero" de Alcabre donde se vio a la joven por última vez. O que no se ahondó en lo dicho por ciertos testigos, como uno que afirmó que había visto una furgoneta "de la que sobresalían unos pies". Denuncian "dejadez" en el análisis de las llamadas del móvil de la víctima. Sobre este teléfono, en el escrito aseguran que no se lo llevaron hasta "en torno a 2006" y denuncian que ha sido "extraviado por la Policía Nacional, igual que una "cajetilla" aparecida junto a un ramo de flores en el lugar donde se halló el cadáver.