El 7 de julio de 2010 estallaba en Arousa la denominada operación Repesca, en la que fueron detenidas 14 personas vinculadas al clan de los Charlines, la histórica familia del narcocontrabando gallego. El patriarca, Manuel Charlín Gama, había abandonado la cárcel de A Lama dos días antes tras casi veinte años en prisión y era también imputado en la nueva causa de blanqueo con cuatro de sus hijos (Melchor, Manuel, María Teresa y Óscar Charlín Pomares) y dos nietas, Natalia Somoza Charlín y Noemí Outón Charlín. En el curso de la operación se procedió al embargo preventivo de 58 inmuebles y al bloqueo de 3 millones de euros en varias cuentas en Suiza. Todos ellos esperan un juicio, que no tiene fecha aún, con 12 millones de euros embargados. Más de 80 agentes de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria intervinieron en el operativo.

Nueve años después, la causa sigue en fase de instrucción en la Audiencia Nacional y el embargo preventivo de los bienes inmuebles de la operación, que impide su venta o enajenación, está a punto de caducar. Para evitarlo, el Juzgado Central de Instrucción 4 ha decretado la prórroga por cuatro años más de la anotación preventiva en 41 inmuebles y fincas de los Registros de la Propiedad de Cambados, Pontevedra y Vilagarcía. El magistrado argumenta que no han "variado las circunstancias y causas que motivaron en su día la adopción de la medida cautelar de carácter real", por lo que procede "mantener la misma en base a idénticas consideraciones e iguales argumentos que fueron tenidos en cuenta en la resolución que así se acordó".

Las comisiones rogatorias enviadas hace años por la Audiencia a otros países para investigar las posibles inversiones realizadas por el clan no han recibido respuesta oficial, de ahí la demora en la instrucción de la causa. El magistrado sigue a la espera de la respuesta de las autoridades chinas sobre las inversiones atribuidas a la red de blanqueo en la región de Quingdao y del dinero depositado en Suiza.

Recientemente Suiza remitió un escrito, cuya traducción del francés al español se encargó el pasado 2 de septiembre. El contenido de la misiva, por tanto, se desconoce, si bien responde a la comisión rogatoria enviada por la Audiencia Nacional al país helvético en marzo de 2016, ampliatoria de otra con fecha de 2010.

Mayor dificultad se prevé en el caso de China, ya que hasta ahora el silencio ha sido la respuesta. Nada han informado sus autoridades sobre la comisión rogatoria de octubre de 2016, ni sobre los oficios previos y posteriores para conocer las inversiones atribuidas a los Charlín allí; en concreto una fábrica de congelados de productos del mar adquirida presuntamente para lavar unos 3 millones de euros de dinero procedentes del tráfico de drogas y que, al parecer, intentaban vender cuando fueron detenidos en la Repesca. La Audiencia Nacional, en este caso, se ha dirigido a la Subdirección General de Cooperación Jurídica Internacional a fin de que reitere otra vez a China el cumplimiento de los oficios.

A sus 87 años, Manuel Charlín es el pionero de los grandes narcotraficantes de Arousa, un negocio al que saltó desde el contrabando de tabaco. La operación Repesca es la segunda causa de blanqueo para la familia. En la primera, en 1995, se decomisaron bienes por 30 millones de euros, pero el clan siguió ampliando capital con el patriarca en prisión.