El Gobierno estadounidense anunció una operación internacional contra la pornografía infantil en internet que se ha saldado con más de 300 detenidos en varios países, como España, EEUU y Brasil, y que ha permitido la liberación de 23 menores que eran explotados sexualmente. La red funcionaba a través de transacciones en criptomoneda bitcoin, que fueron rastreadas por los investigadores para determinar dónde estaba el servidor y su administrador, que estaban ubicados en Corea del Sur.