En un informe de casi 300 páginas, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de Policía Nacional de Ourense relaciona una serie de sospechas „y a su entender, indicios„ para señalar a los inspectores gemelos Roy y Bernardo D. L. como principales responsables del robo de armas y el anónimo que, en noviembre de 2014, aireó a Asuntos Internos una supuesta trama de corrupción policial, un escrito que en su gran mayoría resultó ser falso. Los hermanos prestaron declaración ayer en calidad de investigados ante el magistrado de Instrucción 1, Leonardo Álvarez, y negaron cualquier implicación. Otra jueza de Ourense, Eva Armesto, los mantiene imputados por el presunto asesinato de su compañero y amigo Celso B. A., en abril de 2016, en cuyo despacho aparecieron tres de las seis armas (cuatro pistolas y dos revólveres). Acusación que también niegan.

La UDEV esgrime geolocalizaciones que restarían implicación del fallecido porque su móvil se situaba en su domicilio en fechas clave de elaboración del anónimo, así como textos similares a dicho escrito „en el que ya se apuntaba a la desaparición de varias armas pese a que no hubo constancia de que fueran 6 hasta meses después„ y un oficio de Asuntos Internos. Una especie de borradores hallados en formato manuscrito en la casa de los gemelos, con su ADN.

Los hermanos alegan que fue Celso quien se enteró y les manifestó las supuestas ilegalidades del grupo de seguridad ciudadana en el que participaba el exjefe de drogas, que relevaría a Roy, presuntamente al margen de la ley. "Es un escrito que se hizo a iniciativa del fallecido, manejaba información que Bernardo no conocía y que le fue facilitada por Celso y, a través de él, de otros componentes. Lo que se hizo fue dejar constancia por escrito. No coincide para nada con el texto de los anónimos, para nada", asegura la defensa de los hermanos, Neil González.

El letrado rebate a los investigadores locales „"ha quedado acreditado que ellos no han tenido ninguna participación, no han tenido nada que ver con el robo de las armas", afirma„ porque no considera "higiénico" que la propia comisaría investigue hechos que implican o interesan a compañeros. Ha solicitado que, por sus "omisiones, conjeturas e incorrecciones", la UDEV sea apartada del caso y que una unidad ajena, o incluso la Guardia Civil, esclarezcan los hechos. Asuntos Internos, con un criterio totalmente contrario al de UDEV, considera inocentes a los gemelos y circunscribe toda la responsabilidad en Celso. Además, estos investigadores de Madrid creen que se suicidó por un sentimiento de culpa. Una postura que hizo que la defensa solicitara en julio el archivo de la causa sobre la muerte. La Fiscalía se adhirió a dicha petición tras recibir el dictamen de Asuntos Internos.

El letrado de Roy y Bernardo subraya que una llave que da acceso al búnker tenía ADN de Celso. Añade que el fallecido "anhelaba" el puesto del responsable del armero y "participaba en el recuento de armas" cuando lo sustituía por vacaciones. La UDEV asegura en su informe que Celso no pudo ser la única persona que participó en el robo de armas, a pesar del correo electrónico autoinculpatorio enviado el día de su muerte. La UDEV afirma que, de las diez fechas en las que se elaboraron el primer anónimo así como el remitido en febrero de 2015 a la prensa, Roy y/o Bernardo acudieron a la sede siempre y Celso no estaba en ninguna de las ocasiones en comisaría.