SE OCULTABA PARA NO CUMPLIR CONDENA

El 'estafador del amor' ingresa en prisión tras pasar seis meses escondido

Albert Cavallé se ha presentado este lunes en la cárcel de Lledoners, acompañado y asesorado por su abogado, según ha sabido CASO ABIERTO

La Audiencia de Barcelona había ordenado a los mossos que lo localizaran y arrestaran para que cumpla una condena por engañar a seis mujeres

Ha pasado casi medio año en paradero desconocido, escondido, desde que la Audiencia de Barcelona ordenó, el pasado junio, su arresto e ingreso en prisión. Pero desde este lunes, Albert Cavallé, el joven catalán condenado por estafar a más de veinte mujeres, ya no es un hombre libre. Ha entrado en la cárcel siete años y medio después de que una mujer interpusiera la primera denuncia contra él.

Según ha podido saber en primicia CASO ABIERTO, el conocido como 'estafador del amor' ha decidido esta mañana salir de su escondite y presentarse en el centro penitenciario de Lledoners. Lo ha hecho acompañado y asesorado por su abogado, David Sans, que lo ha defendido estos últimos años en los más de veinte procedimientos que el hasta ahora prófugo ha ido acumulando.

La lucha de las víctimas

Las víctimas de Cavallé llevan años reclamando que el estafador entre en la cárcel y que, al fin, empiece a cumplir alguna de las penas que ya le han sido impuestas (tiene cuatro condenas que ya son firmes), sobre todo después de que el estafador no se presentara a varios de los juicios que debían celebrarse contra él.

La lucha de esas mujeres ve hoy sus frutos. El 'estafador del amor' ya está entre rejas y debe cumplir, por el momento, una condena de dos años y tres meses por engañar a seis chicas, a las que consiguió sacar 68.500 euros. 

El propio Cavallé reconoció durante el juicio que utilizaba aplicaciones como Tinder y Badoo haciéndose pasar por abogado, inversor, cirujano o hijo de los dueños millonarios de una reconocida clínica de Barcelona para fingir "solvencia económica" y entablar una relación con sus víctimas con el fin de estafarlas. Entre sus engaños, afirmó trabajar y tener las cuentas en Panamá, con lo que consiguió que una de las mujeres le diera 49.000 euros en efectivo en varias entregas.

Clínica Planas

"Lo conocí en mayo de 2017 en Badoo. Se presentó como un reputado cirujano, hijo del propietario de la clínica Planas de Barcelona, de cirugía estética. Me dijo que tenía cuentas en Panamá y hacía muchos viajes a ese país". Con ese perfil, "para aparentar solvencia", el llamado 'estafador del amor' logró convencer a una chica catalana, con la que "inició una falsa relación sentimental", para que le prestara 51.000 euros, según el escrito de la fiscalía.

Aquellos meses, los medios de comunicación informaban del escándalo de 'los papales de Panamá'. Cavallé persuadió a la mujer de que él era uno de los afectados, afirmó que "tenía una gran cantidad de dinero bloqueada en Panamá" y necesitaba efectivo.

"Para dar mayor credibilidad a su historia", el joven le enseñó un email con información de "un supuesto vuelo privado" que iba a realizar al país centroamericano. Prometió que le devolvería el dinero en cuanto le desbloqueasen las cuentas e incluso firmó un documento reconociendo la deuda con ella.

Papeles de Panamá

La mentira de los papeles de Panamá sirvió al estafador para lograr que otra mujer, a la que conoció en junio de 2017 e invitó a pasar unas noches en el Hotel Barcelona Princess para aparentar solvencia, le entregara 10.500 euros.

A la vez que estafaba, presuntamente, a estas dos mujeres, Cavallé hizo lo mismo con una tercera chica a la que conoció por la red de contactos POF y a la que arrebató 1.803,48 euros, sostiene el Ministerio Público. Ante esa otra víctima, él dijo llamarse Albert Planas, tener nacionalidad andorrana y ser "hijo de una familia de millonarios", dueños de la clínica estética.

A ella, el joven catalán "le hizo creer que tenía gran cantidad de billetes de 500 euros, pero no podía cambiarlos" y le pidió mil euros. Cuando la mujer se los dio, Cavallé "le enseñó un pantallazo de la supuesta transferencia que decía haberle hecho con la devolución", pero que jamás llegó a realizar.

Tanto la acusación como el ministerio público pedían para él nueve años y diez meses de prisión por un delito continuado de estafa, otro de hurto, apropiación indebida y dos delitos de obstrucción a la justicia. Finalmente, fue condenado a dos años y tres meses, que cumplirá desde hoy como un preso más de la cárcel de Lledoners, donde se enfrentará al resto de juicios que todavía tiene pendientes.