Un acusado de violar a una turista en una barca en Cabrera: "Ella estaba disfrutando"

El monitor de buceo niega en el juicio haber agredido sexualmente a la joven y sostiene que las relaciones fueron consentidas

La Fiscalía reclama una condena de 10 años de prisión y 30.000 euros de indemnización para la denunciante

El acusado, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Palma.

El acusado, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Palma. / M.O.I.

Un monitor de buceo

ha explicado hoy en el juicio que mantuvo relaciones sexuales con ella, pero que fueron consentidas. "Ella estaba disfrutando", ha sostenido el encausado. Según su versión, ambos se enrollaron cuando la familia de ella estaba buceando y cuando regresaron a tierra se fueron a tomar una cerveza con normalidad. La Fiscalía reclama para el encausado una condena de 10 años de prisión por un delito de agresión sexual. La joven, por su parte, ha ratificado su denuncia y ha explicado que el hombre la forzó.

Los hechos ocurrieron el 15 de julio de 2020. Un hombre y sus dos hijas contrataron una excursión para bucear con una empresa de Santanyí, como llevaban haciendo varios años durante sus vacaciones en la isla. Con ellos fue un monitor, que los llevó hasta la zona de Cabrera para realizar una inmersión. El procesado, de 40 años, aprovechó que se había quedado a solas en la embarcación con una de las chicas, de 20 años. Según el ministerio público, el hombre abrazó a la víctima, comenzó a besarla y acabó desnudándola y forzándola a mantener relaciones sexuales. Se aprovechó, dice la acusación, de que la mujer no podía pedir ayuda. A consecuencia de la violación, la joven sufrió un agravamiento del trastorno depresivo que padecía.

El encausado ha reconocido, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Palma, que mantuvo relaciones sexuales completas con la joven, pero ha sostenido que fueron consentidas. Ha contado que tras una primera inmersión, ella decidió quedarse en la barca mientras su padre y su hermana volvían a bucear. "Estuvimos tonteando un poquito. Yo le cogí las manos, la besé y nos enrollamos. Había complicidad", ha asegurado.

El procesado ha explicado que estuvieron manoseándose y que ella no le rechazó. "Estaba disfrutando", ha asegurado. En un par de ocasiones, ha admitido, la chica le dijo que parara porque él tenía novia. "Le dije que no se iba a enterar. No me apartó la mano; se quitó el traje de neopreno. Tenía una actitud activa. Gemía de placer"; ha afirmado. El hombre ha afirmado que después se dieron un baño y ella le dio su teléfono. Cuando su padre y su hermana regresaron a la embarcación, regresaron a tierra y todos fueron a tomar algo sin ningún problema.

La chica, por su parte, ha ratificado que el acusado la violó. En su declaración ha contado que sufrió un percance en su primera inmersión de aquel día y decidió permanecer en la barca durante el resto de la excursión. Así, se quedó a solas en la embarcación con el monitor. "No cruzamos ni una palabra, no hubo flirteo. Él se sentó detrás de mí y me besó la nuca. Yo me asusté mucho. Me cogió la cabeza e intentó besarme. Yo puse la mano para apartarle. Le dije varias veces "no" y me fui a la otra punta del barco, pero él me seguía", ha afirmado.

La joven ha relatado que el monitor la sujetó y ha insistido en que le pidió "siete veces" que parase. "Él quería bajarme el traje de neopreno. Yo tenía mucho miedo de caerme al agua", ha asegurado. Según su versión, el hombre acabó penetrándola contra su voluntad.