Nadie ha dado sentido a un traje de Armani como él en American Gigolo (1980). Hollywood ha cambiado mucho desde entonces, sostiene Richard Gere, quien entre sus prioridades vitales está la paternidad en primer lugar.

"Lo más importante de mi vida es mi hijo. Tengo un trabajo excelente que aún me proporciona retos desde el punto de vista creativo, y eso es fantástico, pero no es la vida". "No me siento así para nada, no tengo nada ver con eso, créeme soy solo un tipo normal", asegura el actor, que promociona en Europa su película Invisibles.

Se trata de la cruda y minimalista historia de un "sin techo" en Nueva York, que Gere produce y protagoniza, dando rienda suelta a sus doble faceta de actor y activista humanitario.

"Es una película difícil comercialmente. Vamos a perder dinero con ella, a pesar de que ha sido barata", admite el protagonista de Pretty Woman, que ha cedido los derechos a varias ONG como la española Fundación Rais para que la utilicen para concienciar y recaudar fondos.

Pero que nadie le pida a Richard Gere lecciones de seducción. "No me siento así para nada, no tengo nada ver con eso, créeme soy solo un tipo normal", asegura.