La producción de danza Oskara y el espectáculo Caída del cielo fueron las triunfadoras de una repartida XX edición de los Premios Max de las Artes Escénicas, cuyos ganadores se dieron a conocer el lunes en una gala celebrada en el Palau de las Arts de Valencia y en la que se produjeron numerosas reivindicaciones sobre el papel de la mujer en las artes escénicas y en la sociedad.

Oskara, que partía con siete nominaciones, fue galardonada finalmente con tres: Mejor Diseño de Vestuario, Mejor elenco de Danza y Mejor espectáculo de Danza. La misma cantidad de premios obtuvo Caída del cielo, en la que Rocío Molina hizo doblete (Mejor Intérprete Femenina y Mejor Coreografía), además del Mejor Diseño de Iluminación.

Muy cerca de esta cifra estuvieron los montajes de Sólo son mujeres -Mejor Dirección de Escena y Mejor Espectáculo de Teatro-, El laberinto mágico -Mejor Adaptación y Mejor Actor de Reparto-, La respiración -Mejor Autoría Teatral y Mejor Actriz Protagonista- y Mulïer -Mejor Espectáculo de Calle y Mejor Composición Musical-, todos ellos con dos galardones.

Ambiente festivo

La gala, dirigida por Joan Font (Comediants) y que transcurrió durante dos horas aproximadas en un ambiente festivo, contó con la cómica y presentadora Ana Morgade como maestra de ceremonias, quien incidió en la importancia de las mujeres en el sector. "Esta gala es una excusa perfecta para poner a las autoras primero, a ver qué pasa", señaló durante su discurso inicial.

Las alusiones a la situación de la mujer fueron constantes durante las intervenciones de Morgade, si bien la más aplaudida fue cuando Morgade recordó cómo un monologuista le preguntó por quién había escrito su guión porque "era muy bueno". "No es que pensamos distinto, es que escuchamos distinto: las palabras no tienen género", reclamó.

Otra alusión de Morgade al IVA fue especialmente reconocida por el auditorio. "Por lo que sea, el IVA al cine no ha llegado, no sé que ha podido pasar...", apuntó, entre una sonora ovación, la humorista.