El aplazamiento de la boda de la princesa Mako, nieta del emperador Akihito, generó ayer especulaciones a raíz presuntos problemas económicos de la madre del novio. La princesa Mako, de 26 años, sorprendió al anunciar el aplazamiento a 2020 de la ceremonia del compromiso formal, prevista en menos de un mes, con Kei Komuro, un plebeyo de 26 años que conoció en su época de estudiante.

"Nos dimos cuenta de que no teníamos suficiente tiempo para preparar las ceremonias y nuestra nueva vida antes de la boda programada para otoño", explicó Mako, en una declaración difundida por la agencia de la casa imperial.

La pareja anunció su compromiso en septiembre pasado y tenía pensado celebrarlo oficialmente en una ceremonia tradicional el 4 de marzo, antes del enlace, planificado para el 4 de noviembre.

En un intento por cortar rumores, la agencia de la casa imperial aseguró que Mako y Kei seguían teniendo la intención de contraer matrimonio y negó que el aplazamiento tenga que ver con lo publicado en la prensa sobre problemas de dinero de la familia Komuro. Pero el desmentido deja los interrogantes abiertos.

Desde hace semanas, la prensa analiza la situación de la pareja.