La actriz Gillian Anderson entregó ayer al Gobierno del Reino Unido una petición promovida por la organización ecologista Greenpeace, firmada por dos millones de personas en todo el mundo, para crear una zona protegida en la Antártida.

Anderson, conocida por su papel de la agente Dana Scully en Expediente X, posó para la prensa a las puertas del Ministerio de Exteriores, donde entregó la petición, secundada por 350.000 personas en ese país, al jefe del servicio diplomático, Simon McDonald.

El documento pide "la creación de la mayor zona protegida en la Tierra: un santuario en el océano Antártico", a fin de proteger el medio ambiente y especies animales como focas y ballenas, según un comunicado.

Greenpeace inició la campaña Proteger el Antártico el pasado enero, con el objetivo de que la Comisión del Océano Antártico, que se reunirá del 22 de octubre al 2 de noviembre en Tasmania, designe el Área Marina Protegida del Mar Weddell.

Anderson, embajadora de Greenpeace para el Antártico, lamentó ayer que el ser humano haya sido "muy rápido" para explotar los océanos pero "muy lento" para protegerlos.