La Casa Real española está de luto por la pérdida de una de sus figuras más entrañables. La infanta Pilar de Borbón, hermana mayor del rey emérito Juan Carlos I, falleció ayer en una clínica madrileña en la que permanecía ingresada desde el domingo. La salud de Pilar de Borbón, que tenía 83 años, se había deteriorado rápidamente desde que fue diagnosticada de cáncer de colon, a comienzos de 2019.

Los reyes Felipe y Letizia, además de don Juan Carlos y doña Sofía, estuvieron en la tarde de ayer en casa de la infanta, donde se instaló la capilla ardiente, para transmitir su pésame a los cinco hijos que tenía la primogénita de los condes de Barcelona. Por expreso deseo de la fallecida, sus restos serán incinerados en la estricta intimidad familiar (algo inusual hasta ahora en los miembros de la Familia Real), y enterrados en el madrileño cementerio de San Isidro junto a los de su marido, Luis Gómez-Acebo, fallecido en 1991 a causa de un cáncer linfático, cuando tenía 56 años. El funeral se celebrará en fechas próximas en el Real Monasterio de El Escorial (Madrid), donde Pilar de Borbón podría haber sido sepultada por su condición de alteza real.

La preocupación por el estado de salud de la duquesa de Badajoz se disparó el domingo, cuando tuvo que ser ingresada de urgencia en el Hospital Ruber Internacional. La infanta había sido operada en febrero por su cáncer de colon y tuvo que someterse a un tratamiento de quimioterapia, tras lo cual su salud se había deteriorado.

La última vez que se vio en público a Doña Pi, como la conocían popularmente, fue en noviembre en el rastrillo benéfico anual de la ONG de la que era presidenta de honor, Nuevo Futuro, dedicada a la acogida de menores tutelados sin familia, al que nunca faltó. "Hay días en que me encuentro bien y otros peor, es lo que sucede con esta enfermedad", dijo entonces.

A pesar de la enfermedad, durante el pasado año participó en otros eventos públicos, entre ellos, el que supuso la despedida del rey Juan Carlos de la actividad oficial el 2 de junio en la plaza de toros de Aranjuez. En septiembre, Pilar de Borbón ya había tenido que ser ingresada en una clínica en Mallorca por una bajada de defensas. Su imagen a la salida del centro sanitario, que solo pudo abandonar en silla de ruedas, había constatado el deterioro sufrido por la tía del rey a consecuencia de su enfermedad.

Avisado de la gravedad de su estado de salud tras su ingreso el domingo, el rey Juan Carlos visitó a su hermana a última hora del martes, y volvió a hacerlo ayer, al igual que la reina Sofía, poco antes de que se confirmara su fallecimiento. También se desplazaron al Hospital Ruber Internacional, antes del óbito, la otra hermana de doña Pilar, la infanta Margarita, y su marido, Carlos Zurita.

A la capilla ardiente, acudieron además la infanta Elena y el hijo mayor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, Juan.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la del Congreso, Meritxell Batet, y los líderes del PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Inés Arrimadas, así como el PSOE, el PP y Vox, han lamentado la pérdida a través de las redes sociales. "Mi pésame, y el de todo el Gobierno, al rey Felipe VI, a su padre don Juan Carlos y, a toda la Familia Real por el fallecimiento de la Infanta doña Pilar de Borbón. Lamentamos su pérdida", escribió Sánchez en su cuenta personal de Twitter.

"Nos ha dejado la infanta doña Pilar de Borbón, una mujer afable, comprometida, solidaria y amante y defensora de nuestro país desde su niñez. Enviamos nuestras más sinceras condolencias a toda la Casa Real. DEP", publicó Casado. Por su parte, Arrimadas envió "su más sentido pésame" al Rey y al conjunto de la Familia Real.