La primera evidencia arqueológica en España del cultivo de la vid se ha encontrado en Huelva, en excavaciones de restos fenicios así como en el sur y el Levante durante el primer milenio antes de Cristo.

Las semillas más antiguas de vid en la comunidad gallega se han localizado en O Areal y Reza Vella. Esas han sido escogidas para el estudio del CSIC y la Universidade de Santiago (USC).

Las investigaciones realizadas hasta ahora señalan que el vino era consumido en zonas urbanas de la época romana a donde llegarían en ánforas en barcos. El único lugar de producción en esos tiempos en Galicia se ha localizado, hasta la fecha, en la calle Ferreiría en la localidad de Caldas de Reis (Pontevedra).