" O neno da veciña é precioso, moito máis guapo que o meu; pero eu quero máis ao m eu fillo". Con esta metáfora respondía ayer Benedicta Sánchez, galardonada con el Goya a la Mejor Actriz Revelación 2020, a la pregunta de qué le gustaba más, si el Festival de Cans de O Porriño (Pontevedra) o el Cannes francés. La actriz que saltó a la fama a los 83 años tras protagonizar el papel protagonista del filme O que arde, del coruñés Oliver Laxe, puede presumir de haber pisado ambos festivales, iguales fonéticamente hablando, pero muy diferentes en esencia. Es más, Benedicta acortó las distancias entre ambos cuando, el año pasado, sorprendió a todos bailando una muiñeira sobre la alfombra roja de Cannes. Pero, la lucense lo tiene claro: prefiere el agroglamour de Cans, donde ayer colocó su propia estrella en el paseo de la fama de este festival que ha plantado cara al coronavirus para celebrar su edición número diecisiete.

Con la huella de Benedicta, Cans arrancaba ayer su segunda jornada. La octogenaria se mostró muy contenta de participar en el festival gallego.