Soledad Sevilla (Valencia, 1944) ha mantenido a lo largo de su vida una trayectoria marcada por la incansable exploración de la luz y del espacio, tanto en sus cuadros como en sus instalaciones, que le han hecho ganadora del Premio Velázquez de Artes Plásticas. "No me lo esperaba, es el más alto galardón que se pueda recibir, como el Nobel de las Artes Plásticas y estoy casi preguntándome si esto es realmente para mí", aseguraba ayer poco después de hacerse público el fallo.

El galardón, dotado con 100.000 euros y que concede el Ministerio de Cultura, reconoce el carácter pionero de Sevilla en el Centro de Cálculo de la Complutense, y la "solvencia" con la que ha pasado de la pintura a la instalación. "Desde el primer momento quise que la pintura se desarrollara en el espacio, analizar toda esa geometría con la que estaba trabajando por techos, paredes...", recuerda la artista, cuyo trabajo está marcado por un fuerte componente de investigación, muy minucioso.