La tonadillera Isabel Pantoja se enfrenta a una petición fiscal de tres años de prisión y una multa diaria de 20 euros por un presunto delito de insolvencia punible, un nuevo caso en los juzgados de Málaga contra la artista donde ya fue condenada por blanqueo de capitales a dos años de cárcel.

La Fiscalía considera a Pantoja “cooperadora necesaria” de un delito de insolvencia punible y también acusa a un empresario del mismo delito pero en concepto de autor, según la calificación fiscal, a la que tuvo acceso la agencia Efe.

Los hechos se remontan a cuando la tonadillera era administradora única de la sociedad Panriver 56 S.L. y supuestamente contrajo una deuda relacionada con su casa de Marbella con la empresa constructora Codabe. Esta a su vez le debía más dinero a la promotora Hormofer, y los juzgados decretaron que la tonadillera le pagase a la otra sociedad.

A la vista de que Codabe tenía embargado su crédito y que Panriver quería vender unos inmuebles embargados, “los acusados se concertaron para beneficiarse mutuamente en perjuicio de los derechos de créditos de Homofer, de los que tenían pleno conocimiento”.

Mediante escritura pública en el 2015 (cuando Pantoja estaba en prisión), la sociedad de Pantoja y Codabe elevaron a público un acuerdo consistente en el pago por parte de Panriver de casi 62.800 euros, renunciando la constructora a cualquier reclamación. Las sociedades pidieron luego en Madrid archivar el procedimiento de ejecución de los inmuebles y cancelar el encargo, impidiendo a Homofer cobrar la deuda que le debían, inicialmente de más de 114.000 euros.

Este procedimiento se instruye en un juzgado de Marbella y debido ello la tonadillera podría volver a sentar en el banquillo de los acusados, que abandonó la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en marzo de 2016, donde ingresó el 21 de noviembre de 2014 para cumplir una pena de dos años.