La Justicia española reabre el caso de Mario Biondo

La familia invierte 3.000 euros en los trámites tras la emisión de la docuserie de Netflix

Redacción

La familia de Mario Biondo, marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, no desfallece en su intento de que un juez español investigue el fallecimiento del cámara italiano. Su cuerpo se encontró colgado en la sala de estar de su casa de Madrid el 30 de mayo de 2013. El caso ha llegado ahora a la Audiencia Provincial de Madrid después de que el despacho del abogado que representa a la madre de Biondo, Santina d’Alessandro, presentara un recurso en contra de la denegación por parte de un juzgado de reabrir el proceso.

La guerra entre la viuda del cámara y la familia Biondo se ha recrudecido tras el estreno, el 3 de agosto en Netflix, de la docuserie Las últimas horas de Mario Biondo, donde se repasa el largo proceso que lleva recorrido este caso. La justicia española lo cerró el 11 de septiembre de 2013 al considerar que la muerte de Biondo fue un suicidio, pero el 11 de diciembre de ese mismo año los padres de la víctima lograron que Italia lo investigara. Un juez de Palermo dio dar carpetazo al asunto, aunque dejó abierta la sombra de la duda. Y ahora la familia del cámara está dispuesta a llegar hasta el final porque, a su entender, las causas de la muerte siguen sin estar claras y ponen en duda que fuera un suicidio.

Fuentes cercanas a la familia aseguran que los allegados de Mario Biondo han invertido en este paso unos 3.000 euros, unos fondos destinados a los gastos inherentes del procedimiento judicial. El montante no incluye los honorarios de Vosseler Abogados, bufete de Barcelona que lleva el caso en España en forma de pro bono. Es decir, sin cobrar. Raquel Sánchez Silva reaparecía en el FesTVal de Vitoria promocionando El conquistador aunque rechazó atender a los medios y opinar sobre la polémica suscitada por el documental.