Arantxa Sánchez Vicario elude la cárcel a pesar de ser condenada a dos años

Su exmarido fue penado con 3 años y tres meses de cárcel por urdir una trama para evitar pagar más de 6 millones al Banco de Luxemburgo

La extenista, a su llegada al juzgado, el pasado agosto. |  // EUROPA PRESS

La extenista, a su llegada al juzgado, el pasado agosto. | // EUROPA PRESS / j. g. albalat

j. g. albalat

Pacto y sentencia, al menos para la extenista Arantxa Sánchez Vicario, que ha sido condenada por un juzgado de Barcelona a dos años de cárcel. Peor suerte ha tenido su exmarido, Josep Santacana, al que la exdeportista culpó de haber realizado maniobras para deshacerse de su patrimonio, y al que se le han impuesto tres años y tres meses de prisión, con el riesgo que supone esa pena, de confirmarse, de ingresar en un centro penitenciario.

Los dos están acusados de urdir una trama para evitar el pago de una deuda de más de seis millones de euros al Banco de Luxemburgo. El resto de los tres imputados han sido condenados a un año y tres meses, mientras un cuarto ha sido absuelto. Además, la extenista catalana y su exmarido deberán pagar a la entidad bancaria una indemnización conjunta de 6,6 millones de euros.

Alzamiento de bienes

A raíz de un acuerdo, dado a conocer ayer, la Fiscalía rebajó de cuatro a dos años la petición de cárcel para la extenista, que ahora ha sido condenada por un delito de alzamiento de bienes o insolvencia punible por supuestamente urdir un plan para descapitalizar su patrimonio con el que evitar el pago de una deuda al Banco de Luxemburgo y con ánimo de enriquecimiento ilícito.

La acusación pública ha aplicado esa disminución al tener en cuenta las atenuantes de confesión —reconoció que había descapitalizado su patrimonio, pero culpó a su exmarido Josep Santacana— y la reparación del daño, ya que ha devuelto a la entidad bancaria casi 1,9 millones de euros de una deuda que todavía alcanza los 6,6 millones de euros, a la vez que se ha comprometido a desembolsar más dinero y ha otorgado poderes al banco para que intente averiguar los bienes que pudieran haber desaparecido. Pero la fiscal no se movió ni un ápice de su acusación contra Santacana.

La sentencia señala que queda “totalmente acreditado” que Sánchez Vicario “disponía y dispuso en todo momento de patrimonio suficiente para hacer frente a la deuda y que, mediante actos de venta y sustracción a las acciones de embargo, impidió el cobro de la deuda. Ni un solo euro se destinó al pago de la deuda”.

La jueza Maria Lluïsa Maurel Santasusana precisa, sin embargo, que la extenista “ha asumido su responsabilidad respecto de los hechos objeto de acusación, reconociendo su participación en los mismos”.

Como justificación, añade la togada, declaró que ella “ no tenía ningún conocimiento relativo a la gestión de bienes, y que siempre lo ha confiado a terceras personas, primero a sus padres, y a partir de su matrimonio, y concretamente desde que en noviembre de 2009 se hizo con el control del patrimonio”, al que era su marido, Josep Santacana.

La jueza sostiene que “de conformidad con la prueba practicada”, resulta “sobradamente acreditado” que el que fuera marido de la ganadora de cuatro títulos de Grand Slam gestionó el patrimonio de su mujer e “ideó y llevó a cabo las operaciones de despatrimonialización que comportaron la imposibilidad de pagar la deuda contraída” al Banco de Luxemburgo.