Final cantado de Iñaki y Cristina

Firmaron el divorcio en diciembre en una notaría de Barcelona, sin indemnización ni pensión para el exjugador de balonmano

E. P.

Dos años después de su separación, y tras muchas especulaciones acerca de la complicada negociación y de cuándo llegaría el acuerdo, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín han firmado el divorcio. Y lo han hecho en secreto, como desvelaba ayer la revista ¡Hola!, aunque ya muchos medios habían contado en diciembre que ese sería el mes de la firma. Sin sus hijos y acompañados tan solo por el abogado de la familia, el matrimonio se dio por finiquitado en una notaría de Barcelona.

Se trata de un divorcio de mutuo acuerdo cuya fecha exacta no ha trascendido, aunque las fuentes de la publicación apuntan que a principios de enero ya eran dos personas oficialmente solteras, por lo que el acuerdo se habría “culminado” antes de que la hermana de Felipe VI viajase a Abu Dabi para asistir a la fiesta del 86 cumpleaños del rey emérito.

Según lo que ha trascendido, Iñaki Urdangarín no recibirá indemnización ni pensión y ambos cubrirán los gastos comunes de sus hijos —Juan, Pablo, Miguel e Irene—. Además, la propiedad de la localidad francesa de Bidart seguirá siendo en exclusiva de doña Cristina.

Se pone así fin definitivamente a un matrimonio de 26 años que por momentos parecía idílico y era casi la envidia de España; la condena de Iñaki Urdangarín por el caso Noos, por prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencias y fraude a la Hacienda Pública —entró en la cárcel en el año 2018, con casi seis años de condena—, y su noviazgo posterior con Ainhoa Armentia, su compañera de trabajo en un bufete de Vitoria, apuraron el final.