Decenas de cajas de cartón se apilan en la entrada del local de Primor en el Cantón, cerrado por orden municipal. Dentro de la tienda, movimiento de personal y luces encendidas han llevado a algunos curiosos a pararse en la puerta a mirar si estaba abierto para los clientes, aunque un cartel en la entrada aclara que el negocio está cerrado al público.