Cuando visitamos un museo buscamos al autor del cuadro, el año en el que lo pintó y algunas de sus peculiaridades en unas tarjetas situadas al lado de la obra de arte. Se llaman cartelas, y el Museo del Prado ha comenzado a cambiar cientos de ellas. El motivo, que en sus títulos y expresiones no haya palabras consideradas hoy políticamente incorrectas.