La escoba y el recogedor son dos de nuestros mayores aliados en cuanto a limpieza se refiere. El suelo es la superficie visible donde más restos van a parar y que además no pasan desapercibidos ante la vista humana. Cuando retiramos el polvo de los muebles con un plumero o sacudimos cualquier artículo, esas pelusas y restos de suciedad no desaparecen, sino que ocupan esa superficie.

Esta es precisamente la rrazónpor la que, a la hora de afrontar las limpiezas generales, se recomienda hacerlo de arriba a abajo, de tal forma que la suciedad no vuelvas a lugares que ya hemos limpiado y no tenemos pensado volver a limpiar. A nadie le gusta hacer dos veces el mismo trabajo, y en esta cuestión también influye en gran medida el estado de los útiles de limpieza que estamos utilizando.