Tras una intensa noche de trabajo en la que han participado unos 200 efectivos, el incendio evoluciona favorablemente. Ya no hay llama viva en el perímetro pero preocupan los posibles rebrotes. Según Javier Montero, Secretario Autonómico de Seguridad y Emergencias, se enfrentan a las horas más calurosas del día en las que las condiciones climatológicas nos pueden dar alguna sorpresa. Por precaución, unos 180 vecinos desalojados han pasado la noche fuera de sus hogares. La zona afectada por las llamas es de unas 690 hectáreas. Para evitar que se reactive el fuego, insisten especialmente en el trabajo por tierra.