[endif]Quienes hayan visto la mítica película Lawrence de Arabia recordarán la figura de Abdullah Ibn Hussein, el jeque que lideró a los árabes en su lucha contra el Imperio Otomano. Aquel hombre de gran templanza y sabiduría condujo a los diferentes pueblos árabes a la victoria y consiguió posteriormente la independencia de los territorios que rodeaban al río Jordán, conocidos desde entonces como Jordania. Ya coronado como rey, Abdullah visitó A Coruña en 1949, a donde llegó a bordo de un trasatlántico. El recibimiento al monarca jordano fue espectacular, puesto que en aquellos años la llegada de un jefe de Estado extranjero a una ciudad española que no fuese la capital era muy extraña. Además, el aislamiento internacional que padeció el régimen franquista tras la Segunda Guerra Mundial provocó que las visitas de mandatarios foráneos fuesen muy contadas. En el caso de Abdullah, se trataba de una muestra de lo que entonces se llamaba “la tradicional amistad hispano-árabe”. El alcalde coruñés, Alfonso Molina, fue el encargado de recibir al rey de Jordania, que se alojó en el hotel Embajador, hoy sede de la Diputación. Durante su estancia, Abdullah conoció los principales monumentos de la ciudad y fue debidamente agasajado por las autoridades locales. Dos años después de su visita a A Coruña, Abdullah fue asesinado en Jerusalén, una muerte que provocó una gran consternación en todo el mundo. El Ayuntamiento coruñés decidió dedicarle en 1953 una calle en la zona del Ensanche de Riazor, en un lugar que acababa de ser urbanizado y que hasta el momento ocupaban unas huertas. En la actualidad, la calle Rey Abdullah sirve de comunicación a dos de las principales vías del barrio: Pérez Cepeda y Alfredo Vicenti, a través de las que se canaliza la mayor parte del tráfico en esta zona. Pocos serán los coruñeses de hoy en día que recuerden al legendario soberano que da nombre a esta calle. J.M.G.