[endif]La Calle de la Fama empieza en el extremo de Riego de Agua más próximo a la Plaza de María Pita y termina en la Avenida de la Marina. Una hermosa fuente que antiguamente se erguía en esta travesía, ahora peatonal, esconde el origen del nombre con el que actualmente se conoce esta céntrica calle. La Fuente de la Fama se instaló allí en el siglo XVIII por orden del regidor coruñés Rodrigo de Caballero, que se empeñó en dotar a la ciudad de un completo servicio de aguas. La construcción del acueducto que, hasta tiempos relativamente recientes, se extendía entre San Pedro de Visma y Santa Margarita fue el primer paso para conseguir su propósito. Caballero pretendía que surtiera agua a las dos fuentes principales del centro de la ciudad, que también se construyeron bajo su mandato. Una de ellas era la de Neptuno, en la Plaza de Santa Catalina, y la otra era la de la Fama, en una plazuela de Riego de Agua. Con el tiempo, esta última sería trasladada a la calle de San Andrés, donde luce aún en la actualidad. Tan pronto como empezó a funcionar el acueducto, lo hicieron también ambas fuentes, construidas con suma finura en sus líneas y con formas cuidadas. La de la Fama se denominó así porque ese era el nombre de la figura que la coronaba, igual que ocurrió con la de Neptuno, rematada por un busto del Dios de las Aguas. La reestructuración de la calle Riego de Agua y la construcción de las preciadas casas de la acera impar hizo que desapareciera la plazuela y que la Fuente de la Fama se trasladara, por piezas, para reconstruirse como Fuente de San Andrés, como se conoce aún en la actualidad. La travesía que va de Riego de Agua a la Avenida de La Marina conserva, sin embargo, el nombre de la figura que coronaba la fuente trasladada, aunque también es cierto que mucha gente la conocía como Fuente del Ángel porque confundían la identidad de dicha figura. La trompeta que portaba este mensajero celestial pudo dar nombre a la vía que enlaza Riego de Agua con San Agustín.