Nueva investigación sobre la contaminación

La exposición a partículas finas contaminantes aumenta el riesgo de cáncer de mama

Numerosos estudios científicos han demostrado los efectos perniciosos para la salud de las emisiones contaminantes

Contaminación atmosférica.

Contaminación atmosférica. / EP

Patricia Martín

La contaminación mata. Numerosos estudios científicos han demostrado los efectos perniciosos para la salud de las emisiones contaminantes. Solo por poner el foco en los más recientes, destaca el presentado el año pasado en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), que ratificó que la polución del aire promueve cambios malignos en las células de las vías respiratorias que pueden desembocar en cáncer de pulmón incluso en personas que nunca han fumado. Y este año, una de las novedades de la reunión científica, que se celebrará del 20 al 24 de octubre en Madrid, vuelve a estar relacionada con la contaminación y la salud. Se presentará una investigación que concluye que las partículas contaminantes finas pueden impulsar también la aparición de tumores en las mamas.

Nuestros datos han mostrado una asociación estadísticamente significativa entre la exposición a largo plazo a la contaminación del aire con el riesgo de cáncer de mama

Béatrice Fevers

— Oncóloga del Centro Integral Léon Bérard de Francia

Se trata del primer estudio que mide los efectos de la exposición residencial y laboral de la polución sobre el riesgo de cáncer de mama. Y se ha realizado comparando la evolución de 2.419 mujeres con cáncer de mama y de 2.984 mujeres sin cáncer, expuestas a la contaminación en sus hogares o en sus trabajos, durante un largo periodo, desde 1990 a 2011. Los resultados muestran que el riesgo de cáncer de mama se incrementa un 28% cuando la exposición a partículas finas (PM 2,5) aumenta en 10 microgramos/metro cúbico, es decir, en las zonas urbanas.

Asimismo, se ha observado un aumento de la incidencia, aunque en menor grado, con la exposición a partículas más grandes, como PM10 y dióxido de nitrógeno.

“Nuestros datos han mostrado una asociación estadísticamente significativa entre la exposición a largo plazo a la contaminación del aire por partículas finas, en el hogar y en el trabajo, con el riesgo de cáncer de mama. Esto contrasta con trabajos anteriores que analizaron únicamente los lugares de residencia y mostraron efectos pequeños o nulos sobre el cáncer de mama”, indica la directora del estudio, la profesora Béatrice Fervers, jefa del Departamento de Prevención del Cáncer y Medio Ambiente del Centro Oncológico Integral Léon Bérard de Francia.

Procesos inflamatorios

Charles Swanton, profesor del Instituto Francis Crick (Reino Unido), cuya investigación asoció el año pasado la contaminación con el cáncer de pulmón en no fumadores, ha valorado los nuevos hallazgos en cáncer de mama: “Las partículas pequeñas pueden penetrar profundamente en los pulmones y llegar al torrente sanguíneo, desde donde son absorbidas por los senos y otros tejidos. Ya existe evidencia de que los contaminantes del aire pueden cambiar la arquitectura de la mama. Será importante comprobar si los contaminantes permiten que las células del tejido mamario con mutaciones preexistentes se expandan e impulsan la aparición de tumores, posiblemente a través de procesos inflamatorios, algo similar a lo que hemos observado con no fumadores con cáncer de pulmón”.

Ahora hay pruebas sólidas del vínculo entre las partículas PM 2,5 y el cáncer, por lo que existen buenas razones clínicas y económicas para reducir la contaminación

Jean-Yves Blay

— Director de Políticas Públicas de ESMO

A su vez, el director de Políticas Públicas de la Sociedad Europea de Oncología Médica, Jean-Yves Blay, ha aprovechado la publicación del nuevo estudio para reclamar a las autoridades que muevan ficha contra las emisiones: "Ahora hay pruebas epidemiológicas y biológicas sólidas del vínculo entre la exposición a partículas PM 2,5 y el cáncer, por lo que existen buenas razones clínicas y económicas para reducir la contaminación".

La nueva directiva sobre calidad del aire

Cabe destacar que el pasado octubre, a raíz de una propuesta de la Comisión Europea de reducir en 2030 el límite de partículas PM 2,5 en el aire de los actuales 25 microgramos/m3 a 10 microgramos/m3, ESMO reclamó reducir aún más el límite, a 5 microgramos/metro cúbico, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS.

Finalmente, el Parlamento Europeo ha aceptado la petición de la sociedad médica, aunque la directiva sobre la calidad del aire aún está en proceso de elaboración. "El trabajo no ha terminado ni el cambio se producirá de la noche a la mañana, pero vamos en la dirección correcta", ha señalado el responsable de Políticas Públicas de ESMO.