Después de pasar más de una noche en blanco oyendo la brutal movida de los botellones en la calle donde vivo en nuestra ciudad, me gustaría alentar a muchos de esos jóvenes que se entretienen bebiendo y destrozando el mobiliario urbano que cuando tomamos contacto con la vida, con esas vidas no mediatizadas por las pantallas, entonces nos pasa algo importante. Y es que sentimos la invitación a involucrarnos en lo que pasa a nuestro alrededor.

Se trata de decirles a esos mismos jóvenes, ya sean chicos o chicas, que piensen más en cultivar otros valores porque hay muchas situaciones en el mundo y hasta en nuestra propia ciudad, que si bien pueden resultar "lejanas" o no comprender del todo porque ven el mundo a través de su celular o de la pantalla de la computadora, que ante esas situaciones y conflictos se fijen más en lo próximo ya que les ayudará a entender lo que sucede más allá de nuestras fronteras. La solución no es dejarse embriagar por las salidas fáciles del alcohol, sino que para vencer la violencia que la propia sociedad ejerce a veces sobre las personas, la respuesta a ese mundo que nos están dando tiene un nombre bien diferente que se llama solidaridad.

Ante la alienación de quienes sufren estas injusticias, siempre habrá quienes prefieren ver a estos jóvenes "atontados" por la droga del alcohol para dominarles mejor y convertirlos en meros objetos de consumo. Ante la imagen de esa juventud que pasa los días y las noches de botellón: a los niños del Pelargón (en una época, un sucedáneo de leche materna destinada a lactantes), creo que sin ánimo de ofender, es momento de sacudir sus conciencias más bien para animarles a que se involucren en construir esa sociedad mejor, a veces empezando por ser conscientes de lo que pasa a nuestro lado. De esa gente que vive en las calles en nuestra ciudad, pongo el caso.

O de esa bolsa oculta de gente sin techo que son los más de seiscientos desamparos que acuden a los comedores sociales en la ciudad. Si no lo hacen así, algún día la sociedad se encargará de pasarles factura.

LA OPINIÓN publica opiniones de sus lectores, así como réplicas y sugerencias de interés general que sean respetuosas hacia las personas e instituciones. Las cartas pueden ser enviadas a LA OPINIÓN por vía postal (C/ Franja 40-42 15001 A Coruña), por fax (981 217 402) o por correo electrónico/cartasaldirector@laopinioncoruna.com). Deben tener como máximo 20 líneas e incluir nombre, apellidos, DNI, domicilio y teléfono de contacto. LA OPINIÓN se reserva el derecho a extractarlas.

Cláusula Legal: LA OPINIÓN A Coruña S. L. (C/ Franja, 40-42, 15001, A Coruña), le informa que sus datos de carácter personal facilitados en este formulario de cartas al director, serán incorporados a nuestros ficheros y tratados automatizadamente. De acuerdo a la L.O.P.D. 15/1999 (Ley Orgánica de Protección de Datos), vd. podrá ejercer su derecho de acceso, rectificación, cancelación y oposición conforme a dicha ley. El titular de los datos se compromete a comunicar por escrito a la compañía cualquier modificación que se produzca en los datos aportados.