Veinte jóvenes promesas de la alta cocina procedentes de quince países diferentes recorren estos días la geografía española de la mano del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) para descubrir los mejores productos y secretos de la gastronomía de cada región. Ayer, recalaron en el aula de cocina que regenta Porto Muíños en Cambre, donde se sumergieron en las posibilidades culinarias de las verduras del mar, las algas.

Este programa de formación en gastronomía española se trata de "una siembra a largo plazo" que tiene como objetivo crear una red de embajadores de los productos españoles entre chefs internacionales de prometedor futuro, según explica su coordinadora, Sonia Ortega. "No sólo queremos vender los productos, sino también la imagen de calidad y diversidad de nuestra cocina", puntualiza.

Una cata de conservas de productos del mar, un taller de cocina tradicional o una visita al mercado de abastos de Santiago de Compostela, son algunas de las actividades a través de las que estos cocineros menores de 30 años descubrirán los productos más emblemáticos de la mesa gallega. La aproximación que Porto Muíños les ofreció ayer del mundo de las algas puso el punto más innovador a su visita a la comunidad. Fueron reputados chefs como Luis Veira, del restaurante Alborada -con una estrella Michelín-, los encargados de mostrarles las posibilidades que ofrecen los diversos tipos de algas en las más variadas recetas, desde callos y arroces hasta empanadas, como la enviada por Casa Marcelo.

"Está siendo un producto muy revolucionario", explica el propietario de la empresa Porto Muíños, Antonio Muíños, pero añade que todavía faltan 4 o 5 años de labor de divulgación para que se conviertan en un ingrediente cotidiano.

Para finalizar la jornada, los asistentes degustaron los platos cocinados en el aula, que regaron con una selección de vinos gallegos realizada por el vicepresidente de la Asociación de Sumilleres de Galicia, Luis Padín. Propuso cinco aguardientes y cinco vinos -tres blancos y dos tintos- para acompañar los platos "en busca de la mejor armonía". Destaca que es la acidez de los caldos gallegos la responsable de la perfecta combinación con los productos del mar. Los jóvenes cocineros culminaran su formación con prácticas en restaurantes españoles, entre los que estarán Casa Solla y Casa Marcelo.