Al teléfono desde San Sebastián, donde Wilco iba a actuar anoche (Auditorio Kursaal), John Stirrat es un tipo extremadamente amable, que comienza dando las gracias al periodista por su tiempo. Una lección de humildad que deberían aprender otros artistas no tan grandes. Por su cordialidad nadie diría que Stirratt y su banda lleva toda la semana cruzando España por carretera.

-Viajan en autobús, ¿nada de aviones?

-No, todo el tiempo en bus. Es un pequeño reto. Los aeropuertos son la parte más dura de las giras, prefiero los autobuses.

-Y así pueden ver el paisaje de España, no solo el de Madrid y Barcelona...

-Sí, aunque normalmente viajamos de noche, justo después del concierto, lo cual es bastante cansado. He viajado por España como turista y es un país muy hermoso.

-Actuaron en Santiago hace un par de años. ¿Qué diferencias habrá con aquel concierto?

-Principalmente el nuevo disco. Tocamos muchas canciones de The whole love, estamos orgullosos de él y disfrutamos mucho tocándolo. Muchos de los temas están sonando muy bien en directo, estamos encantados.

-¿Es este un buen concierto para ver desde una butaca? Ha habido quejas.

-Creo que somos una banda lo suficientemente convincente como para vernos sentado, pero sí echo de menos el ambiente de sala en España, ese entusiasmo. La gente se vuelve mucho más formal cuando está en un teatro. Tocamos en uno precioso (el Palau de la Música de Barcelona) anoche (por el miércoles) y, parece una iglesia o algo así. Nuestra música rock se puede disfrutar perfectamente sentado, pero echas de menos esa energía que el público te devuelve.

-Abrieron el concierto de Madrid con One sunday morning, un tema muy tranquilo que en el álbum dura 12 minutos.

-Siempre hemos tratado de desafiar esa lógica. A Jeff (Tweedy) le gusta llamar la atención del público de maneras diferentes. A veces salimos con Art of almost u otra canción más rockera, pero con ese tema consigues atención. Es como un test: pones a prueba al público para ver en qué medida está comprometido, y sientes una especie de alivio después. Es una canción provocativa por su duración y hace que la gente se enganche.

-Jeff Tweedy ha reconocido que muchos seguidores de Wilco estaban algo decepcionados ante la falta de experimentación de los dos últimos discos. ¿A sus seguidores les gusta que les desafíen?

-Creo que sí, hasta cierto punto. Esperan algo diferente. Siempre hemos sido los mejores jueces para decir qué tipo de disco debemos sacar en cada momento (risas), y creo que se podría argumentar eso. Sky blue sky marcó tantas distancias con A ghost is born... Aunque era el disco que tenía que salir en aquel momento. Nos hemos dado cuenta de que a nuestros fans le gusta el Wilco raro, no tanto el Wilco con humor de Wilco (the album) (risas). Les gusta que les sorprendan, y Sky blue sky fue una sorpresa, un disco rehabilitador, redentor. Había una muy buena narrativa en ese álbum, temáticamente, no tanto en Wilco (the album), que es más un batiburrillo.

-The whole love se abre con una canción rock vanguardista de siete minutos, Art of almost, que por su audacia ha sido comparada con Radiohead.

-Sí, procede de una especie de sonido soul. La melodía y la letra de Jeff son muy convincentes. Ocurre a menudo, como en esta canción, que una melodía te lleva de un sitio a otro. Glenn (Klotche) tenía un ritmo de batería que nos pareció interesante, y pusimos una parte vocal ya existente encima, elaborando la canción desde ahí. Llevó mucho tiempo completarla, pero es una buena manera de trabajar que da sus recompensas.

-En este disco estrenan su propio sello, Anti, y tienen una canción titulada I love my label (Me encanta mi sello). ¿Se sienten agradecidos porque antes, con una multinacional, no tenían libertad creativa?

-Para ser honesto, creo que hemos tenido libertad creativa prácticamente siempre. Incluso en los últimos tiempos con Warner, porque a los de la compañía les daba igual. También tuvimos libertad en la época de Nonesuch, no es algo nuevo para Wilco. Pero uno se siente bien cobrando más regalías (risas), de ahí viene lo de la camiseta, creo yo. Antes trabajábamos en una estructura de campo petrolífero, muy dura, en la que es difícil cobrar royalties y vivir de la música. Así que estamos contentos con nuestro nuevo sello.

-Antes mencionaba esa canción de 12 minutos de duración, One sunday morning. Puede que a su anterior compañía no le hubiese hecho mucha gracia un corte tan largo...

-Totalmente. Lo hablábamos antes, hay algo de audacia en eso que faltaba en el último disco, o en los dos últimos. Una personalidad musical que antes se echaba en falta. Es como un acto punk rock (risas), eso de empezar y terminar con dos canciones tan largas... Y concluye la progresión natural del disco: pasa de la artificialidad del primer corte al sonido puro y orgánico del último. Creo que hay una idea dramática detrás.

-Ha dicho que han 'deconstruido' las canciones más que construirlas para este disco.

-No lo recuerdo bien, pero con Art of almost hubo un poco de construcción y deconstrucción. Tomamos elementos de la canción para crear algo distinto. No quiero exagerar lo de la deconstrucción, hubo también mucha construcción, como en I might y otros temas de rock: que empezamos con tres instrumentos solamente y añadimos capas después.

-El rock está casi fuera de las listas de éxitos. R.E.M. acaba de dejarlo y U2 está pensando si es necesario publicar otro disco. ¿Es el final del rock como lo conocemos?

-Bien... es curioso. Me pregunto si continuará ese tipo de rock and roll de estadios después de Coldplay... (risas). Y Coldplay ni siquiera llega al nivel de U2. Sí, es muy posible que los grupos que llenan estadios se hayan terminado. No creo que puedas considerar que eso es el rock and roll (risas). Tal vez lo ha podido ser durante años, pero el rock and roll existe a niveles mucho más pequeños: fiestas en casas, en bajos... ni siquiera está ya en las salas, al menos en Estados Unidos. Pero el rock está vivo y coleando y creo que el formato álbum vivirá mucho tiempo, las bandas jóvenes valoran el álbum como un trabajo de arte.

-Jeff Tweedy actuó en solitario en el verano de 2010. ¿Qué piensan los demás miembros de que su líder haga giras en solitario?

-Siempre ha habido muchos proyectos paralelos alrededor de Wilco. Creo recordar que él empezó en los noventa... La mayor parte de las canciones de Wilco son suyas, por lo que nadie le diría que no puede tocarlas. Él intenta permanecer tan próximo a las canciones como puede, y esto le ayuda, le gusta hacerlo.

-Después de muchos cambios en el grupo, es el único miembro fundador de Wilco que queda junto a Jeff Tweedy en la banda. ¿Cuál es la razón de su supervivencia?

-Sí, éramos amigos antes de que se crease el grupo, nos conocíamos antes de tocar juntos. No es como otros miembros de la banda, que conocieron a Jeff justo cuando empezaron a trabajar con él. Eso ayuda. Y mantenernos unidos, sobre todo estos últimos cinco o seis años, ha sido porque compartimos el aprecio por lo que hacemos, puede que más que mucha gente de nuestra edad que se dedica a esto. Es el sentimiento de que somos muy afortunados por estar aquí.

-¿Comparten gustos musicales?

-Sí, él escucha mucha más música que yo. Sus hijos son algo más mayores. Yo tengo menos tiempo, porque tengo una hija pequeña, de cinco años. Pero sí, me ha recomendado muy buena música, y yo a él. No hay unanimidad, pero compartimos gustos.