Frente a la velocidad de los tuits, la nutritiva lentitud del aforismo. Es la premisa del poeta y editor Miguel Ángel Arcas, que ha publicado su segundo libro de aforismos, Más realidad en la editorial Pre-Textos, seducido por la brevedad de este género antiguo alejado de la urgente brevedad moderna.

"En una sociedad en la que apenas hay tiempo para las cosas, donde todo va rápido y en progresiva aceleración, el aforismo nos detiene, nos sujeta por un instante y nos propone otra lectura, una parada cuyo objetivo es crear tiempo", explicó a Efe el poeta y director de la editorial Cuadernos del Vigía.

Por eso antepone "a la inconsistencia o la banalidad de los tuits, la paradójica lucidez del aforismo" y ha considerado que "se podría decir que la lectura de aforismos genera una especie de isla interior donde lo escrito se expande y busca nuestra complicidad para finalmente encontrar una respuesta".

Para Arcas (Granada, 1956) el aforismo aúna "precisión, brevedad, eficacia expresiva, felicidad verbal, intensidad, emoción y elasticidad del pensamiento".