-¿Qué recuerda de sus primeros trece años antes de ir a Inglaterra?

-Para ser honesto, prefiero olvidarlo.

-¿No fue una época feliz?

-Estuvo bien, pero lo olvidé? Hace tres años estuve en Barcelona y lo olvidé también. Olvido el pasado muy rápido. Todo lo que hago es pensar en el futuro.

-Una última pregunta sobre el pasado, ¿de dónde ha sacado el apellido de Mercury?

-Simplemente lo he inventado. Viene de un planeta que rige mi signo, Virgo. El año que viene será Venus.

-¿Freddie Venus?

-(Risas)

-¿En qué medida han influido estos cuatro últimos años de no parar a nivel de creación? Su trabajo no refleja ser algo agotador.

-Creo que todavía nos queda mucha energía, todavía tenemos mucho que ofrecer. Así es tal y como lo sentimos. Si no fuera así ya no habría grupo. Personalmente creo que tengo todavía algunos años más como mínimo. Si empiezo a perder la creatividad no habrá banda, pero de momento sí seguiremos.

-¿De dónde salen canciones como Mustapha?

-Quería hacer algo árabe porque hay mucha gente árabe en Londres. En realidad es un proyecto comercial. Pensé, ¿por qué no pueden comprarnos los árabe? Así que a partir de tres o cuatro palabras claves inventé el resto de la letra y así salió el proyecto comercial, para vender. No ha funcionado de momento. Mucha gente me pregunta qué significa la letra y no tengo ni idea pero suena bien. En América, hubo muchos estados en los que no pudimos tocarla porque pensaban que tenía un contenido político.

-¿Las ideas de luces y vestuario son del grupo o hay un equipo que se encarga de eso?

-El equipo de luces es nuestro, ¿Quién más va a necesitar un equipo de luces así? Pero el equipo de amplificación es de alquiler. En EEUU hay muy buenas compañías de sonido.

-Pero yo me refiero a la idea, al conjunto del show. El vestuario también.

-Antes trabajaba con diseñadores pero últimamente busco una presencia distinta en el escenario, me inspiro en el teatro.

-Cuando un grupo llega a su altura, ya con siete elepés? He leído por algún lado los típicos problemas de que si se iban a descansar, que si se separaban, que había roces? ¿Podría aclarar si es vuestro caso?

-No, en realidad hace tres o cuatro años sí que hubo algún problema de egos, pero ahora tratamos de respetarnos. Lo mejor de este momento es estar juntos. De todos modos, escribir es un proyecto en solitario. Cuando escribimos una canción, a cada uno de nosotros nos gusta llevarla hasta el final. Y así todos los miembros de la banda hacemos lo que queremos.

-El planteamiento es muy rígido. Ha de haber tres temas de Brian, tres temas de Freddie, dos de Roger, dos de John? Un número determinado de forma previa.

-No, en realidad depende. Es una decisión individual. Yo tengo esto, él tiene esto otro?Brian y yo componemos lo principal, la mayoría de las canciones. Pero hay peleas para decidir qué temas van en cada elepé. Son peleas saludables como estar tres o cuatro días diciendo mi canción es mejor que la tuya. Al final llega el punto en que gana el más fuerte.

-De todas formas, siempre salen dos singles. Una cara tuya y otra de Brian.

-Es algo diplomático. Tratamos de escoger la que sentimos que es la mejor canción del álbum. En el último trabajo, los dos singles que han salido son míos.

-¿No cree que el título del elepé de Jazz es sorprendente y juega a la contra? Para mí no es un buen título, desconcierta. ¿Han jugado al despropósito?

-El título es totalmente diferente a lo que contiene el disco. Es simplemente un punto comercial. Creo que un título que define el concepto del álbum es bastante aburrido. El marketing, el envoltorio, el título? Hicimos una buena campaña. Pensamos en este concepto juntos y conseguimos un buen resultado en ese sentido, como las chicas desnudas en bicicleta de Bycicle Races, ha sido una buena promoción.

Más vale que éste sea un artículo largo?

-Mi última pregunta. ¿Alguna vez les ha visto la Reina? ¿Han tenido algún contacto con ella?

-Sí, es mi madre... No, en realidad lo único que ha pasado es una anécdota con unos fans de Yugoslavia, una vez enviaron una carta y llegó a la Reina por equivocación.