Yeremay, el nuevo niño de Riazor

Su renovado estatus pasa del campo al papel con un nuevo contrato, mejorado y ampliado, que le unirá al Dépor hasta 2026 o 2027 si sube a Segunda en los dos próximos años | Potencia su marca y le da el ‘10’

Yeremay Hernández intenta un regate en el Teresa Herrera ante un jugador del Bragantino sub 23. |  // CASTELEIRO//ROLLER AGENCIA

Yeremay Hernández intenta un regate en el Teresa Herrera ante un jugador del Bragantino sub 23. | // CASTELEIRO//ROLLER AGENCIA / Carlos Miranda

Carlos Miranda

Carlos Miranda

No hay mayores reconocimientos que los tácitos y cotidianos, esos que casi ni se perciben. La nueva costumbre de Lucas Pérez es buscar continuamente a Yeremay Hernández en el campo. Con la mirada, con el balón en los pies. Es su socio, el que, por encima de todos, habla su mismo lenguaje. Esos gestos casi involuntarios del zurdo de Monelos dan una idea de lo que es hoy en día en el Dépor el grancanario, uno de los referentes blanquiazules, el nuevo niño de Riazor. Toda esa impronta, esa ascendencia, macerada durante años en Abegondo y que cristalizó en los últimos meses, ha pasado también del terreno de las sensaciones al papel, a los gestos del Dépor como club.

La entidad anunció ayer la revisión y ampliación de contrato del que es su nuevo ‘10’, ya apalabrada hace un mes, tal y como apuntó LA OPINIÓN. Con contrato hasta 2025, ahora la relación entre el equipo coruñés y el ex de la cantera del Real Madrid se prolongará hasta el 30 de junio 2026 e incluso 2027 si el Dépor asciende a Segunda en las dos próximas temporadas. El jugador verá mejorados sus emolumentos, equiparables a su protagonismo creciente en el equipo.

“Es un orgullo enorme seguir defendiendo una camiseta con tanta historia”, apuntó en palabras a la web del club. “El Dépor es mi casa, es donde me he formado como futbolista y como persona. Quiero devolver en el campo toda la confianza depositada en mí”, razonaba ante el paso dado. “A la afición le agradezco su cariño. Voy a aportar mi granito de arena para llevar al Dépor donde se merece. Entre todos lo vamos a conseguir”, afirmó.

La vida ha cambiado radicalmente para Yeremay Hernández en un año. Cuando bajó la persiana del mercado de fichajes del verano de 2022, el canario lograba una de las fichas sub 23 del primer equipo del Dépor, pero el panorama era sombrío. Nadie discutía su calidad. Debía, eso sí, dar un paso al frente en muchos aspectos de su carrera deportiva, fuera de los terrenos. Cuidar el descanso, la nutrición, ordenar sus hábitos y trabajar su cuerpo con un entrenador personal pasó a ser prioritario. Él fue consciente, se dio cuenta de que quería ser futbolista y se puso manos a la obra. Aun así, ni Borja Jiménez ni Óscar Cano le veían para ser titular en el Dépor. Alternaba el banquillo con ratos en el campo, que iba aprovechando. La grada le pedía, pero solo fue con la llegada de Rubén de la Barrera en el tramo final de la pasada campaña cuando le llegó la titularidad. Respondió siendo el mejor del equipo, diferencial en el play off. Este verano le rondaron un par de equipos de Segunda, Villarreal B y Oviedo. Blindado, ninguno dio un paso serio y él quería quedarse en A Coruña y en el Dépor, esa ciudad y ese equipo a los que llegó en la temporada 2017-18 y que siempre le tuvieron paciencia. Yeremay ha madurado, es futbolista profesional y el Dépor le ha dado protagonismo, un nuevo contrato y el ‘10’.