Entrevista | Alejandro Arribas Exjugador del Deportivo y máximo accionista del Rayo Majadahonda

Alejandro Arribas: “La Primera RFEF tendría que pasar a manos de LaLiga, así se vendería la televisión junto a Primera y Segunda"

“Lucas es el mejor jugador que ha tenido el Dépor desde hace muchos años; es un privilegio"

"Una afición como la del Dépor, que se mueve, que anima y que apoya no está pagada con nada"

Alejandro Arribas, durante un partido con el Kalamata FC. |  // L. O.

Alejandro Arribas, durante un partido con el Kalamata FC. | // L. O. / M. otero

Marcos Otero

Marcos Otero

Alejandro Arribas (Madrid, 1989) apura en las filas del Kalamata FC, de la segunda división griega, la última etapa de su carrera después de una trayectoria que lo ha llevado por Rayo Vallecano, Osasuna, Sevilla, Oviedo y Deportivo, además de dos etapas en el fútbol mexicano. En A Coruña estuvo dos temporadas y media, entre 2015 y 2017, que recuerda con un cariño especial. El sábado seguirá desde la distancia la visita del Dépor al Rayo Majadahonda, club en cuyas categorías inferiores se formó y del que se convirtió en máximo accionista en 2019.

¿Cómo se decidió por la experiencia de continuar su carrera en el fútbol griego?

Habíamos salido al extranjero, pero a México, que es el mismo idioma. Grecia se parece mucho a España y por eso nos decidimos. Estoy aprovechando los últimos años de carrera y muy contento.

¿Por qué dio el paso en su día en convertirse en propietario del Rayo Majadahonda? Hay otros casos de jugadores que invierten, pero no en activo...

Fuimos el primer caso en el que un jugador profesional en activo se hacía cargo de un club. Fue cuando el Rayo descendió de Segunda. Yo siempre he sido socio, salí de la cantera y jugué en todas las categorías, así que mi padre y yo optamos a ello. Pensamos que era un buen proyecto deportivo para cuando yo terminase mi carrera y la verdad que estamos contentos con ello.

¿Es un proyecto de futuro para usted y su familia?

Sí. El primer año lo cogimos justo cuando descendió de Segunda. Estuvimos a punto de subir y perdimos en el play off contra el Albacete, que luego jugaría la final con el Dépor. La temporada pasada estuvo difícil y este año está complicada la cosa, pero estamos formando jugadores y trabajando mucho la cantera en los últimos años. Nuestro objetivo es formar jugadores y que el equipo esté lo más arriba posible. No es fácil porque cada año en la Primera Federación hay más dinero y está más difícil. Nosotros tenemos los recursos que tenemos y el hándicap de que no contamos con una afición muy grande, pero estamos trabajando duro e intentando sacarlo adelante.

En el caso del Deportivo la afición se ha convertido en su principal activo en estos momentos complicados...

Claro. Tener 28.000 socios y meter veintipico mil personas en cada partido es increíble. Riazor está siempre en el top 10 o top 15 de estadios de España. Eso, jugando en la tercera categoría del fútbol español, es algo impensable. Esos aficionados, además de empujar, también ayudan económicamente para poder estar donde están. Seguro que todos juntos lograrán el objetivo.

¿Ha sido su salvavidas?

Claro, claro. Ojalá el Rayo Majadahonda pudiera tener un porcentaje mínimo de toda esa afición. De hecho el sábado habrá más gente del Deportivo que del Rayo Majadahonda en el estadio. Esa afición que se mueve, que va, que anima y que apoya no está pagada con nada.

¿Cómo es la Primera RFEF desde el punto de vista de un propietario? ¿Ha cumplido las expectativas?

Tendría que pasar a manos de LaLiga. Sería muy beneficioso para todos los clubes porque se podrían vender los derechos televisivos junto a la Primera y la Segunda División. La Primera Federación da unos ingresos por televisión que no llegan para pagar el mínimo salarial a los jugadores. Siempre hay que poner dinero, todos los clubes tienen que poner dinero y de hecho el 90% de los clubes de Primera Federación dan pérdidas al final del año. Es una categoría que da pérdidas. Hay gente que no tiene problema en asumirlas, como por ejemplo el Dépor para volver al fútbol profesional y porque tiene una gran entidad como Abanca detrás. Obviamente tienen esa apuesta, que es normal que la hagan si quieren volver a la LaLiga. Es una categoría difícil económicamente y deportivamente cada vez los equipos invierten más, hay más nivel y es más difícil competir.

Rayo y Dépor se enfrentan este sábado en dos situaciones completamente diferentes...

Son momentos totalmente distintos. El Dépor está en el mejor de la temporada, creo que son nueve o diez partidos seguidos sin perder, y el Rayo al revés. Ya son un montón de partidos sin conseguir la victoria, en la última posición, ellos primeros... Es totalmente opuesto, pero ya sabemos que cada partido es difícil y a ver si el Rayito por lo menos le puede plantar cara al Dépor.

¿Cómo recuerda sus dos temporadas y media en el Deportivo?

En A Coruña estuve muy a gusto, muy feliz. Mantengo amistad con muchos compañeros con los que estuve allí y ojalá pueda volver este año al fútbol profesional, que es lo mínimo que se merece el Dépor.

¿Se llegó a imaginar que el Deportivo pudiera estar cuatro temporadas en esta categoría?

Yo no, la verdad. Cuando me fui a México en diciembre de 2017 el equipo estaba fuera del descenso [en Primera División] y me sorprendió mucho. Está claro que algún año puedes bajar a Segunda División, porque siempre que estás ahí en la pelea algún año se te puede no dar bien. De ahí a que bajase a Segunda B o a Primera Federación y que estuviese varios años... Es difícil.

Empezaron muy bien la temporada en la que llegó, la 2015-16, pero todo comenzó a torcerse. Problemas extradeportivos, cambios de entrenador, exigencia...

Hicimos una primera vuelta muy buena. Incluso creo que a Navidad nos fuimos metidos en Europa y todo. Después tuvimos bajas, lesiones y otros problemas. Conseguimos salvar la categoría y luego Víctor [Sánchez del Amo] se marchó, empezamos otro proyecto nuevo con otros entrenadores... Terminamos salvándonos también con Pepe Mel, pero no cuajó mucho. El siguiente año en diciembre yo me voy y ya habíamos cambiado de entrenador... Al final el equipo desciende, aunque no sé exactamente lo que pasó porque no estaba, pero evidentemente no es agradable para nadie.

¿Con qué se queda de aquella etapa, a pesar de que hubo dificultades?

Con la gente. Siempre me trataron muy bien. Me quedo con ese cariño de todo el mundo, de la gente, de los empleados y de haber disfrutado junto con los compañeros de temporadas que logramos el objetivo, que era salvarnos.

Aquí coincidió con Lucas. ¿Mantiene contacto con él?

Hablé con él hace unos días. Mantengo el contacto y es un buen amigo. Lucas es de allí, vive A Coruña, ama al Dépor y es el mejor jugador que ha tenido el Deportivo en los últimos años, desde hace muchos años. Estoy seguro que contando con él y de su mano va a llevar al Deportivo de vuelta a Segunda esta temporada. Para el Dépor es un privilegio que esté jugando ahí y lo está demostrando porque en este 2024 es el mejor jugador de la categoría. Esperemos que es fin de semana no meta ningún gol, pero que a partir de ahí consiga todo lo que pueda.

Él renunció a un contrato en Primera y usted trató de ayudar al Rayo Majadahonda...

Son casos diferentes. Lucas mira más allá de contratos. Mira por su familia, por su estabilidad y su felicidad. Él es feliz en A Coruña, jugando para el Dépor y ayudando al equipo de sus amores. Yo estoy agradecidísimo al Rayo Majadahonda y lo compramos con la intención de hacerlo crecer, que creo que lo hemos hecho, han salido muchos jugadores y ahora estamos intentando ayudar en todo lo que podemos. Los tiempos han cambiado, pero estamos haciendo las cosas bien, aunque vayamos en el último lugar. Al final va más allá del tema deportivo.

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