El secretario general de UGT, Cándido Méndez, reconoció ayer que el acuerdo para la reforma de las pensiones hubiera sido "imposible" con el anterior presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y elogió el papel "clave" que tuvo el actual presidente de la patronal española, el catalán Joan Rosell, porque "ha sabido jugar con mucha discreción un papel clave". El preacuerdo sobre la reforma de las pensiones ha sido posible "porque se ha producido una reducción de los propósitos iniciales del Gobierno", según Méndez, ya que el Ejecutivo quería una única edad de jubilación, la de los 67 años.

"El acuerdo prevé un intervalo de edades de jubilación de los 63 a los 67 y se mantienen los 65 con 38,5 años de cotización", manifestó Méndez, quien también destacó el mantenimiento de la jubilación parcial anticipada. Para UGT es de resaltar el reconocimiento de los periodos formativos de los jóvenes y del periodo que las mujeres dedican al cuidado de sus hijos para el cómputo de la pensión.