La Consellería de Traballo ha admitido a trámite el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la firma Elaborados Metálicos (Emesa) que afectará a 93 de los 163 empleados que la compañía tiene en la planta de la localidad coruñesa de Coirós. La firma deberá ahora negociar con los trabajadores, cuyo comité de empresa criticó ayer a la Xunta por "abandonarlos" .

Emesa solicitó el pasado 2 de septiembre su cuarto ERE, pero Traballo le exigió una serie de documentación antes de darle el visto bueno. En concreto, la compañía tuvo que presentar documentos sobre la carga de trabajo del grupo Isolux Corsán, al que pertenecen todas sus empresas, entre ellas la factoría de Coirós. El objetivo era conocer el número de pedidos de la firma en el ámbito nacional e internacional para este año y 2012 así como datos sobre las cargas de trabajo para evaluar si efectivamente se puede dar validez al ERE por causas productivas.

La compañía presentó esta documentación el pasado martes en la delegación de la Consellería de Traballo en A Coruña y la Xunta ha determinado que da luz verde al ERE, una decisión que levantó la polémica entre los trabajadores, quienes consideran que la documentación aportada está "incompleta". El propio director xeral de Industria, Enerxía e Minas, Ángel Bernardo Tahoces, manifestaba hace una semana que la Xunta estaba "dispuesta a ayudar" a la empresa, pero previamente necesitaba que el grupo al que pertenece -Isolux Corsán- presentase "planes de negocio y viabilidad y compromisos efectivos" con la planta gallega.

El comité de empresa acusaba ayer al departamento que dirige Beatriz Mato de "abandonarlos" y permitir a la compañía "avanzar en el desmantelamiento" de la factoría que posee en Coirós (A Coruña).

"Este desinterés de la Xunta deja en una situación de total indefensión a los trabajadores de Emesa permitiendo al grupo Isolux Corsán avanzar en el proceso de desmantelamiento de la factoría y en la destrucción de más de 150 empleos en la comarca", señalaba el comité de empresa en un comunicado.

Por otra parte, el comité lamenta que la Xunta no se haya pronunciado todavía sobre su petición para paralizar los 14 despidos ejecutados recientemente.

La compañía comunicó el pasado martes el despido a 14 trabajadores de la planta de Coirós, que se suman así a los 150 puestos de trabajo que la sede coruñesa ha perdido en los últimos dos años. Desde el comité de empresa se envió una carta al director general de Relacións Laborais, Odilo Martiñá, en la que se le solicitaba que "paralicase de inmediato" estos despidos y que impidese a la empresa "adoptar nuevas decisiones de esta índole".

La situación de los 163 trabajadores que permanecen en la factoría de Coirós es delicada ya que tras el inicio de los expedientes de regulación de empleo en 2009, los empleados se encuentran ya con las prestaciones prácticamente consumidas, con lo que si se fueran al paro se irían con la cuantía que les corresponde prácticamente agotada.