Una anciana, desahuciada de su vivienda en Níjar (Almería) tras avalar a su hijo, se encadenó ayer a las puertas del Banco de España con la esperanza de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, atienda a "las injusticias" que ella y otros españoles están sufriendo. La protesta duró unas dos horas hasta que los agentes de la Guardia Civil la amenazaron con detenerla.